Chávez, un Tte. Coronel al que le respetaron sus derechos; Marín Chaparro, un Tte. Coronel al que no

Política | febrero 4, 2022 | 6:00 am | .

Hace 30 años Venezuela amaneció aporreada. Un Golpe de Estado, por parte de un grupo de militares encabezado por el entonces teniente coronel Hugo Chávez, al gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez dejó como saldo al menos 32 muertos: 23 en Caracas, 8 en Carabobo y 1 en Aragua.

Esta rebelión militar, aunque fue extinguida, con el paso de las horas abrió el camino, en un contexto de errores y descontento popular, para que el líder golpista llegara seis años después, por la vía electoral, a la Presidencia de la República.

Chávez se dirigió al país a través de las cámaras de televisión en la madrugada del 4 de febrero: “Depongan las armas porque los objetivos no fueron cumplidos por ahora”. No obstante, una vez preso junto a los otros militares en el Cuartel San Carlos, contó con apoyo legal y todos sus derechos fueron respetados, cosa que no sucede actualmente con ningún preso político en el país.

El Foro Penal contabilizó a principios de año un total de 243 presos políticos en el país, de los cuales 132 son militares. Uno de ellos es el Teniente Coronel Igbert Marín Chaparro. Preso desde el 2 de marzo de 2018 junto a otros 8 funcionarios más, quienes reclamaron mejores condiciones alimentarias para la tropa armada, exigieron equipamiento de las unidades y cuestionaron la corrupción institucional dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

torturado

Marín Chaparro es acusado de “traición a la patria”, instigación a la rebelión” y “acciones contra el decoro militar”.

Desde hace tres años y 8 meses está detenido, sin traslado, sin juicio. El pasado 21 de diciembre de 2021 inició una huelga de hambre que se extendió por 14 días. ¿La razón? los tratos crueles que reciben los detenidos en la llamada “La casa de los sueños” de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en donde permanece recluido.

Marín Chaparro, durante su huelga de hambre, pidió la visita de una comisión de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU, de la Cruz Roja Internacional y del encargado de la Unión Europea en Caracas. ¿Su exigencia? Que pudieran constatar las violaciones de los derechos humanos de los detenidos.

También pidió la visita de la Fiscalía General de la República y Defensoría del Pueblo para que tomaran cartas en el asunto sobre las torturas en el lugar y  también pidió que se eliminara “La casa de los sueños” y la liberación de los presos políticos.

La huelga de hambre cesó luego de llegar a un acuerdo con representantes de la oficina de la Alta Comisionada para los DDHH de Naciones Unidas en Venezuela. Había perdido 6 kilos.

Pero Igbert Marín no contó con las mismas oportunidades que el fallecido presidente Hugo Chávez.

Habla el abogado Joel García

El equipo de ND conversó con el abogado Joel García, quien actualmente lleva los casos del diputado Juan Requesens y el periodista Roland Carreño, ambos presos: el primero tiene casa por cárcel, mientras que el segundo está en una sede de la PNB.

“Chávez contó con la visita de familiares y abogados desde el comienzo. A pesar del delito tan grave y contra el presidente Carlos Andrés Pérez, a Chávez se le respetaron todos sus derechos fundamentales, así como también el debido proceso”, cuenta García.

El abogado recuerda que para ese entonces, se quiso crear un tribunal de excepción para juzgar a quienes participaron en el Golpe, pero la Corte Suprema de Justicia dijo que eso no era posible porque se violaría el principio de juez natural, es decir, “las personas cuando cometen un delito tienen que ser juzgados por los tribunales y jueces que ya existen con anterioridad al hecho”.

Los tribunales de excepción se crean para juzgar delitos especiales que ocurran a partir de la creación de estos tribunales en adelante. “No hacia atrás”, dice García.

A Chávez le respetaron sus derechos

“Chávez no fue víctima de torturas, contó con asistencia jurídica, fueron muchos los abogados que fueron hasta la cárcel a hablar con él, muchos lo asistieron y fueron parte de su gabinete posteriormente. Sus derechos fueron garantizados desde el mismo momento en que se le permitió hablarle al país”.

García resalta que ahora los presos políticos no tienen esa posibilidad. “En mi caso que represento al diputado Juan Requesens, lo pude ver 60 días después de estar preso. A Juan lo obligaron a decir cosas frente a una cámara de televisión. También represento a Roland Carreño y vean cómo fue sacado ante unas cámaras, inclusive lo que dijo Jorge Rodríguez una vez que capturaron a Carreño haciendo alusiones sobre su preferencia sexual. Eso no ocurrió con Chávez en ningún momento. A Chávez se le respetaron sus derechos”, enfatiza.

García señala que no hay comparación posible del trato que tuvo Chávez cuando estuvo preso con los presos políticos actuales. “Chávez fue sobreseído por el presidente Caldera (Rafael) y ahora vemos cómo este Teniente Coronel tuvo que ponerse en huelga de hambre y sus familiares y abogados no tienen acceso a él”.

Los medios de comunicación pudieron hacer su trabajo

Por otra parte, la periodista Yira Yoyotte contó cómo fue la cobertura de los medios una vez que Chávez estuvo detenido.

“En 1992 no había redes sociales. El mundo entero teníamos solo los medios de comunicación y todos hicieron una amplia cobertura de aquel hecho que sorprendió a la nación, aunque hubo sectores políticos y militares diciendo que lo ocurrido era un secreto a voces”, cuenta.

Yoyotte recuerda que cuatro días antes de que a Chávez y sus compañeros de armas fueran puestos en libertad, la abogada del líder golpista, Virginia Contreras, ofreció una rueda de prensa en el piso 4 del Congreso de la República. “Más tarde nos dimos cuenta que la defensora tuvo acceso a una institución de la República como lo fue el Congreso. Luego el comandante Chávez fue puesto en libertad en el Paseo Los Próceres  y todos los medios de radio, prensa y televisión estuvimos en el lugar y dimos amplísima cobertura de aquel hecho”, dice.

No obstante, resalta que ese día solo lo vio un poco delgado, pero que en general tenía buenas condiciones físicas y mentales. “Ofreció declaraciones y no fue interrumpido por ningún cuerpo de seguridad. Los periodistas cumplimos con la pauta establecida y cubrir la salida de una personas que dos años antes había cometido una rebelión militar”, apunta.

 

 

La periodista destaca que la prensa en esos años no recibió denuncia alguna sobre violación de derechos humanos a Chávez. “Se trató de un importante grupo de militares convictos y confesos en el delito de rebelión militar y ninguno fue maltratado, vejado, así como tampoco sus familiares. Mantuvieron sus sueldos y sus familiares y propiedades fueron respetadas”.

“Nosotros nunca tuvimos que cubrir que esos militares hayan sido llevados a tribunales esposados como hemos visto a militares y civiles, por ejemplo a Afiuni (la juez María Lourdes). Ellos solo duraron dos años presos a pesar de haber cometido el delito de rebelión militar  y eso lo podemos comparar con los policías metropolitanos que ya llevan 18 años presos y pese a que son civiles, tienen todo el derecho de obtener medidas cautelares, pero no se las dan”, destaca.

Yoyotte señala que durante el tiempo en que Chávez estuvo en prisión, varios periodistas, sobre todo mujeres, burlaron la seguridad del Cuartel San Carlos para entrevistar al militar y a sus compañeros de armas.

Por otro lado, destaca que una vez Chávez en libertad, recorrió toda Venezuela y hacía actos públicos, pero que también él hizo denuncias ante el Ministerio Público, una de ellas fue porque le quemaron su carro y que también era “perseguido” por los cuerpos de seguridad del Estado. También cuenta que iba con frecuencia a la sede del diario Últimas Noticias a cuestionar la corrupción en general que existía en Venezuela.

Yoyotte, al igual que García, resalta el sobreseimiento que obtuvo Chávez por parte del fallecido expresidente Rafael Caldera y que además, tras su liberación fue pasado a retiro, conservó su grado de Teniente Coronel y tampoco fue inhabilitado.

Clamor popular pidió su liberación, según Caldera

La periodista recuerda que ya una vez Chávez presidente, en el año 1999 tuvo la oportunidad junto a un grupo de periodistas en conversar con el expresidente Caldera en su residencia y fue ahí cuando dijo el porqué decidió otorgarle el sobreseimiento a los militares del Golpe de Estado del 4 de febrero de 1992: por donde pasaba, la gente le pedía que lo liberara (a Chávez).

La decisión del sobreseimiento fue para calmar los ánimos del país, y le aclaró a la prensa que no cargaba en su conciencia ningún tipo de responsabilidad sobre lo que sucedió después porque él “no hizo presidente a Chávez” sino que fueron las circunstancias que lo llevaron a la presidencia, es decir, los errores políticos de los partidos tradicionales y las instituciones públicas en aquel momento. “Lo que hice fue atender el clamor de una población, incluso internacional”.

Mientras tanto, los presos políticos siguen a la espera de su debido proceso, inclusive su libertad. Otros no pudieron esperar más, pues la muerte llegó cuando estaban bajo custodia de los funcionarios de seguridad del Estado, entre esos, el general Raúl Isaías Baduel, quien murió el 12 de octubre de 2021 en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional en El Helicoide, Caracas.

El equipo de ND intentó contactar hasta este lunes 31 de enero a familiares del teniente coronel Igbert Marín para saber sobre sus condiciones de salud actuales, pero no respondieron llamadas ni mensajes.