Según documentos hechos públicos hoy, la compañía operó entre 2005 y mediados de 2021 un sistema con el que pagaba a Weisselberg y otros ejecutivos «por debajo de la mesa», dándoles una parte importante de sus compensaciones de forma que se pudiese limitar el pago de impuestos, tanto por parte de los individuos como de la empresa.
Entre otras cosas, denuncian que Weisselberg -que hoy llegó esposado y custodiado por agentes a la vista en la que se dieron a conocer los cargos- evadió impuestos en unos ingresos de unos 1,7 millones de dólares como parte de una trama organizada por altos cargos de la Organización Trump.
Tras la vista, Weisselberg quedó en libertad, aunque se le ordenó entregar su pasaporte para evitar una fuga al extranjero.
Las acusaciones desveladas este jueves son las primeras en el marco de las investigaciones sobre los negocios del expresidente estadounidense que los fiscales neoyorquinos tienen en curso desde hace unos tres años.
Por el momento, Trump no está imputado en la causa, pero no se descarta que el caso pueda ampliarse, pues la Fiscalía ha buscado la cooperación de Weisselberg y hoy subrayó que la investigación sigue abierta.
«Esta investigación continuará, y seguiremos los hechos y la ley donde sea que nos lleven», aseguró en un comunicado la fiscal general del estado de Nueva York, Letitita James, que colabora en el caso con el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance.
El director financiero del consorcio ha trabajado para la familia Trump desde la década de 1970 y es una figura muy cercana al exmandatario, que lo situó junto a sus hijos mayores a cargo del negocio mientras estaba en la Casa Blanca.
Las investigaciones en torno a la empresa del expresidente de Estados Unidos se han acelerado en los últimos meses, con la Fiscalía centrándose recientemente en la supuesta evasión de impuestos vinculada a algunas compensaciones recibidas por ejecutivos como vehículos, apartamentos y matrículas en escuelas privadas.
Las pesquisas, además, han abarcado otras cuestiones como posibles fraudes de seguros y los pagos secretos de dinero que la campaña electoral de Trump hizo a la actriz porno Stormy Daniels para evitar que hiciera pública una supuesta relación sexual con el entonces candidato a la Presidencia.
Trump ha negado en todo momento cualquier irregularidad y ha denunciado repetidamente que las investigaciones son fruto de una persecución política por parte de fiscales demócratas.
Hoy, su empresa insistió en esa idea, denunciando en un comunicado que Weisselberg está siendo usado por los fiscales como un «peón» en un intento «por dañar al expresidente».
«El fiscal del distrito está presentando una acusación criminal sobre compensaciones de empleados que ni el IRS (la autoridad fiscal estadounidense) ni otros fiscales pensarían nunca en presentar. Esto no es justicia, esto es política», señaló la compañía. EFE