Fajarnos a sacar las tareas pendientes en este 2020
Después de un año 2018 sumido en la desolación y en la desesperanza, el año 2019 comenzó con ánimo elevado ante la aparición del carismático joven Juan Guiadó, quien se convirtió en presidente de la Asamblea Nacional elegido por la mayoria parlamentaria.
Desde esa posición aglutinó a todo el pais en torno a su figura fresca. Y con un mensaje contundente y categórico logró cautivar a propios y extraños con una propuesta de: 1) Cese de la usurpación, 2) Gobierno de transición, 3) Elecciones libres, además de ser reconocido por 56 países como presidente legítimo interino.
Sin embargo, esta propuesta se fue diluyendo en el trascurso del año 2019. Muchas expectativas juntas se fueron quedando en el camino. Muchos hablan de las fallas y promesas, como la entrada de la ayuda humanitaria “de que entra, entra” por la frontera el 23 de febrero, con concierto incluido; luego el famoso 30 de abril. Todo esto, aunado a los falsos diálogos y falta de resultados, fueron diezmando la credibilidad de su propuesta.
Además debemos señalar la falta de una unidad monolítica en el seno de la oposición, la cual se sigue con agendas distintas. Además a un Guaidó secuestrado por el llamado G4 que, por ser quizás la mayoria parlamentaria, no ha permitido el avance y la verdadera unidad de la oposición. La cual se necesita urgentemente para poder obtener resultados favorables.
La unidad significa incorporar a todos. Aunque existe el llamado Frente Amplio, esto no es más que una instancia no es tomada en cuenta para las grandes decisiones, sino que reciben el mandado ya hecho. Eso causa malestar, amén de otros factores como María Corina Machado, de cuyas propuestas se hacen los oídos sordos.
Esperamos, a pesar de todos los errores cometidos, que hagan un acto de mea culpa y se corrigan los errores para poder avanzar.
Se nos presenta este 5 de enero la elección de la nueva directiva de la AN. Como demócrata convencido, considero conveniente que repita Juan Guaidó, quien no debería tener problema a pesar de todas las inhabilitaciones y persecuciones a la que el regimen ha sometido a los diputados de oposición.
Se amerita, y creo a estas alturas ya eso debería estar definido por el bien del pais, por la recuperación de la confianza de la gente para poder seguir manteniendo el apoyo internacional. De lo contrario triste papelón estaríamos haciendo ante los ojos del mundo.
Empezar, eso sí, a llamar a la inclusión de todos los sectores es imprescindible para llegar a resultados favorables. Y Guaidó jugará un papel determinante para abrir espacios y recomponer la estrategia opositora. De lo contrario, si esta sigue siendo llevada por un pequeño entorno, no le auguro ningún éxito sino un nuevo fracaso.
Prepararnos para las nuevas luchas deberá ser lo primordial. Tenemos a un régimen que superó muchas dificultades a costa de los errores opositores. Avanzar en una elección de un nuevo CNE es primordial aunque los rojos ya tendrán su estrategia. De eso sí podemos estar seguro.
Hoy tenemos un país triste y cada vez más golpeado. Estamos quizás peor que al final del 2018. Queda de la dirigencia recuperar la confianza perdida. Aunque difícil, hay que hacerlo, con mensaje coherente, sincero, y aceptando las fallas para poder enganchar a la gente y recuperar la calle perdida.
Para recuperar la confianza en la gente, muchos deberán hacerse a un lado ya que en vez de sumar restan. Y no es que lo diga yo. Lo dice la gente y por el bien del país, que es el propósito mayor, deben hacerlo. De lo contrario el pueblo les pasará por encima.
Abogado