En una entrevista con Michel Caballero, Mario Silva, lanzó duras críticas contra un grupo de chavistas disidentes, a los que describió como la «nueva extrema derecha» de Venezuela.
Silva subrayó que la etiqueta de chavismo no corresponde con el concepto real de su ideología actual, señalando a individuos como María Alejandra Díaz, Christopher Figuera y Enrique Márquez como ejemplos de este cambio ideológico.
«Una cosa es la etiqueta, otra cosa es el concepto», comenzó diciendo Silva, diferenciando entre la apariencia y la esencia. Añadió que «este grupo que nació, supuestamente, del chavismo originario, yo lo pongo entre comillas, es realmente, hoy por hoy, la extrema derecha venezolana». En su discurso, no solo identificó a los individuos sino que también cuestionó su fidelidad a los principios que alguna vez defendieron.
La crítica más severa de Silva se centró en Enrique Márquez, al que calificó de «prolífico fascista». «Fascista, o sea, eso yo no lo puedo entender, yo no me puedo sentar y aliarme con una persona que es fascista», expresó, mostrando su repudio a cualquier colaboración con quienes considera haber traicionado los ideales del chavismo. También cuestionó la influencia del exdirector de Inteligencia al sugerir que su papel en la formación de líderes en Defensa Integral de la Nación fue problemático y contradictorio.
Silva no dudó en describir a estos chavistas como parte de la «nueva extrema derecha», afirmando que su influencia y acciones actuales son contrarias a los valores que originalmente representaron. «Entonces, dime tú, ¿qué tipo de influencia puede tener un tipo que era traidor, que ni siquiera podía verle la cara a uno cuando uno tenía una reunión para hablar de Defensa Integral de la Nación?», cuestionó.
«Eso es la nueva extrema derecha, hay que decirlo, la nueva extrema derecha, y esa nueva extrema derecha va a colapsar mucho más rápido que los terroristas», declaró.