Anderson Farnetano: Un soñador encarcelado por desear una mejor Venezuela

Opinión | mayo 29, 2020 | 6:16 am.

Soy Anderson Farnetano Yamboos, Sargento 2do de la Guardia Nacional Bolivariana, detenido en Caracas por haber participado en la “Operación Libertad” del 30 de abril de 2019.

Fui uno de los tantos inocentes que atendió el llamado del presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, reconocido así por Estados Unidos y otros 50 países a nivel mundial.

El 30 de abril de 2019 cientos de soldados nos unimos pacíficamente para exigir un cambio de gobierno que pusiera fin a tantas desgracias a nivel nacional.

Tengo 21 años. No tengo idea de cómo fue Venezuela antes de Chávez y de toda la revolución que creó. Por eso no pretendía, ni pretendo, que Venezuela sea como antes porque no la conocí. Pero sí sueño con un país donde los servicios públicos funcionen, en el que los jóvenes podamos tener familia y en el que deseemos quedarnos para seguir disfrutando de la vida con nuestros padres y panas.

Nací en Caracas el 9 de octubre de 1998, en un humilde hogar en el que me enseñaron a amar a Venezuela como el mejor país del mundo. Mis padres y mi hermanita Andrea son las personas más importantes de mi vida. Por eso me molesta pasar días sin agua y que en mi ausencia tengan que cargar tobos para que luego anden con dolores en el cuerpo, que no tengamos luz para ver una película el domingo, o hablar con los amigos por WhatsApp.

Es demasiado frustrante trabajar tantas horas bajo el sol, o pasando frío de noche, para que luego el salario no alcance ni para comprar un pollo. No, eso no es justo, ni para mí ni para nadie, porque si uno trabaja tanto lo mínimo es tener una quincena para llevar a la novia al cine.

Por eso, le creí a Guaidó y pensé que con un levantamiento pacífico el señor de Miraflores entendería que deseamos que se vaya, es verdad, pero sin que corra una gota de sangre, ni la de ellos ni la nuestra.

Yo amo despertar en las mañanas y tomarme un cafecito con mi mamá, mirarla a los ojos y decirle “tranquila, no he matado a nadie”, porque a pesar de que soy un hombre de armas, soy muy cariñoso, sentimental e incapaz de hacerle daño a ninguna persona.

Por eso, me da tanto dolor que me hayan acusado de los delitos de Rebelión, Asociación para Delinquir y Traición a la Patria. ¿Yo? ¡Imposible! Por pensar diferente sí, no lo niego. Eso no es delito, pero por delinquir y traicionar a mi país ¡jamás! Es el único que tengo, donde nací y fui criado en el mejor hogar del mundo, porque a pesar de que mi papá no vive con nosotros siempre ha estado muy pendiente de mí y es él quien me trae la comida a este lugar tan triste llamado Ramo Verde y del que espero salir muy pronto con libertad plena.

@nasbly