Periodismo rodilla en tierra

Opinión | junio 30, 2021 | 6:16 am.

El discurso de ‘poder para el pueblo’ fue una constante para justificar a los gobiernos autoritarios, aun los más criminales, que gobiernan en algunos países de América Latina. Por esto, el papel de los medios de comunicación, como sostén y portavoz de la verdad es enfrentar la ideología del terrorismo de Estado con las distintas formas de pensamiento democrático que existen en un país.

La prensa, como instituciones que forman parte de la sociedad, actúa como un espacio de constitución y cristalización de significaciones sociales. Y esto es así, porque los medios participan activamente en la construcción y en la emisión de dichas representaciones, de las creencias y los valores de la vida social, es decir, de los imaginarios sociales.

Los medios tratan de convertirse, constante y cotidianamente, en actores autorizados, prestigiosos y legítimos.

Un diario clasifica y califica, al mismo tiempo que es calificado y clasificado, participando de luchas simbólicas. Y es el lector quien califica.

En este país y en muchos otros donde el autoritarismo controla la vida de sus habitantes los grupos de poder emplean como canal doctrinario y apoyo para sus ofensivas políticas a diarios y otros medios de comunicación, ahora con una nueva herramienta comunicacional como las redes sociales Twitter, Instagram o Snapchat , Facebook Messenger, las cuales se han convertido en unas de las principales vías para llegar a la población que en medio de su ignorancia se deja dominar con contenidos colmados de manipulación y adoctrinamiento.

La prensa libre presta en cambio un ámbito privilegiado para la expresión y disputa de los distintos actores políticos y sociales que conviven en un país, y a la vez impulsa y es impulsada por mostrar la verdadera realidad de lo que sucede.

El papel de los medios de comunicación durante una dictadura saca a la superficie razones elementales que se relacionan con los fines éticos del que informa, emparentado con un inevitable compromiso con el Hombre, la democracia y los derechos humanos, que no pueden ser evitados en nombre de una supuesta “neutralidad periodística” que ubique al comunicador por fuera de las obligaciones que tienen todos los hombres en una sociedad.

Para el sociólogo Pierre Bourdieu, en la producción de las noticias los periodistas ejercen de por sí una forma de censura, aún sin saberlo, al no retener más que aquello que entra en sus categorías y hacer así una selección de la realidad social.

Las palabras en los medios de comunicación – afirma – pueden “hacer cosas, crear fantasmas, miedos, fobias o, simplemente, representaciones falsas”. No se trata de una manipulación individual de los periodistas sino de un efecto estructural, objetivo, anónimo e invisible de los medios de comunicación.

Para comprender lo dicho es preciso conocer la posición de los órganos de prensa y la posición de los periodistas en el interior de esos órganos Propiedades de grandes emporios económicos y hasta políticos.

Censura y control

La característica más destacable y con la que ordinariamente se asocia el funcionamiento de la prensa en la dictadura es la censura.

«Será reprimido con reclusión de hasta diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las actividades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales«.

Este tipo de texto es tácitamente un modo en que la libertad de expresión es coartada por la autocensura mucho más que por una censura previa, en función del terror a ser victima de una acción del régimen gobernante. En una prensa libre el auténtico límite es el establecido por el miedo.

Otro modo de censura por los gobiernos autoritarios es el debate acerca del papel de la prensa. Diarios emblemáticos de este país se han visto afectados por esta situación al límite de no poder publicar sus ediciones de forma impresa, dejando a los ciudadanos huérfanos de información y de análisis de lo que pasa en el país y en el mundo.

Los lectores encuentran la construcción de la realidad que propone el periódico una comprobación de su propia visión del mundo, que tiende así a reproducirse a sí misma, antes que a cuestionarse. Quizás el lector de periódicos no espera encontrar en ellos una novedad, sino la continuidad del estado de las cosas y una interpretación acostumbrada de las mismas; una reafirmación de la confianza en la estabilidad del mundo y sus instituciones.

Por malos gobiernos elegidos por un pueblo inmaduro, quienes creyeron en su pretensión de cambio a expensas de la eficacia, del desarrollo económico o una seguridad ideológica. Es que países viven bajo un régimen autoritario.

En un gobierno donde se violan la libertad de pensamiento y de prensa es difícil determinar dónde radica la frontera entre la libertad para publicar y la censura del gobierno.