El teniente coronel (Ej) Henry José Medina Gutiérrez, denuncia haber sido torturado desde el año 2018, y que incluso la seguridad de sus familiares se vio amenazada.
Según explica medina, en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) el entonces jefe de Investigaciones, coronel Rafael Antonio Franco Quintero, «ordenaba los interrogatorios que se convirtieron en torturas físicas y mentales». Asegura que lo amenazaban con buscar «a mi esposa para ser violada y muchas más amenazas en contra de mi familia. Escuchaba voces con acento extranjero, específicamente cubano».
Medina Gutiérrez fue el único de los comandantes liberados, junto al sargento Julio César Gutiérrez y al 1Tte Jeiber Josué Ariza Apolinar.
Advierte que recibió golpes en las plantas de los pies y en la zona de las costillas con objetos contundentes, estuvo días sin ingerir líquido y recibiendo una sola ración de comida al día.
Medina Gutiérrez revela que «el encargado de los interrogatorios y jefe del área estaba al mando del Cap. Jonathan Becerra credencial N° 2282, adscrito a ese despacho junto con el Cap. Néstor Blanco credencial N° 0102, Ptte. Diover Salas credencial N° 3225, Tte. Jojana González credencial N° 7046, Agente/II. Reymi Moreno credencial N° 0904 y el Agente/II. José Gómez credencial N° 0815».
El 6 de agosto de 2018 se lleva a cabo la audiencia preliminar, «violando los lapsos estipulados en el Código Orgánico Procesal Penal. El Cap. Amezquita Pion lo pasa a juicio y envía el caso al Tribunal Militar Primero de Juicio Itinerante con sede en Caracas a cargo del Cnel. Yoffer Javier Chacón Ramírez».
Es así como en la cárcel de Ramo Verde «pasé dos años y seis meses en una celda esperando fecha de juicio violando marcadamente el debido proceso y el ordenamiento jurídico legal vigente, cayendo en decaimiento de la medida y privándome de muchos derechos más como reo. En dicho centro fui objeto de torturas psicológicas y físicas cada vez que funcionarios de la DGCIM visitaban el centro a pasar requisas».
Ya en libertad Medina debe presentarse a la Oficina de Personal del Ejército, lo que hace el 22 de diciembre de 2020. Narra que se presentó ante el G/B. Johan Hernández Larez, Jefe del Servicio de Alimentación del Ejército, quien le dice que «tramitaría inmediatamente mi reconocimiento de antigüedad y mi ascenso al grado de Coronel por los daños causados a mi persona y me otorga permiso navideño hasta el 12 de enero de 2021».
Ya en su casa, según explica, «durante varios días discontinuos pasaron patrullas de la DGCIM por el frente de mi residencia a baja velocidad. Salí huyendo de mi país sin decirle a nadie en lo absoluto para resguardar la integridad física de mi persona y por temor a que pudiera ser desaparecido o cualquier otra acción desfavorable».
Así «logré salir del país, sin ser detectado, el 2 de enero 2021 y llegué a los EEUU el día 5 de enero de 2021 con mi Visa Americana de turista vigente. Entre en vuelo aéreo por Houston Texas con escala en Orlando Florida», al revisarle su equipaje le encuentran la documentación del juicio. «Fui llevado a una sala de interrogatorio, donde respondí que pediría asilo político porque venía huyendo de una persecución política en mi contra. Me apegué a las leyes de los EEUU ante el oficial de migración y este da inicio al proceso de protección».