Venezolano que votó por Trump, a ND: Detrás de Biden está la izquierda radical estadounidense
Detrás del aspirante demócrata a la Presidencia de EEUU está el ala radical de la izquierda política de ese país representada en Alexandra Ocasio-Cortez, Bernie Sanders y Elizabeth Warren; quienes han consolidado el avance del marxismo cultural y cuyas intenciones son las de “cercenar libertades”.
Así lo señaló a ND el abogado Ignacio De León, un venezolano experto en políticas públicas que recientemente emitió su voto a favor de Donald Trump para la presidencia, al considerarlo esencial para combatir el socialismo “en el país que representa el faro de la libertad de Occidente”.
En contraste con la entrevista que publicamos esta semana con Diego Scharifker, coordinador del grupo Venezolanos con Biden, quien entre otras cosas afirmó que el demócrata tiene más posibilidades de salir de Nicolás Maduro uniendo a la comunidad internacional; para De León, Biden no hizo nada durante los 8 años en los que se sentó en la vicepresidencia de este país y más bien buscó la distensión con el gobernante socialista.
“El fondo del asunto es que no solamente en Estados Unidos, sino en el mundo (que es un hecho incontestable), hay un avance del socialismo que se está dando por el marxismo cultural, que tiene una veta evidentemente de tener una intención de cercenar libertades, crear una situación de violencia permanente. Es una ideología que nace con todas las características que ya conocíamos del siglo XX, de esa mezcla fascisto-comunista que crea grupos para alcanzar el poder por vía electoral, se crean grupos paramilitares y crean zozobra en gobiernos democráticamente elegidos”, precisó.
“Esa es la ideología que amenaza a los EEUU, que ya conquistó a Venezuela, a Bolivia, a buena parte de América Latina y que amenaza con tomar las riendas de EEUU y esa es la línea que lamentablemente el Partido Demócrata ha decidido apoyar. Utilizarla como un ariete para crear zozobra, que existe un gobierno incapaz de controlar los tumultos en la calle con pretextos de racismo estructural o sistémico, en el único país que ha tenido una guerra civil para resolver un tema de racismo y donde ha habido legislación de acción afirmativa dirigida a crear oportunidades para las minorías”, indicó.
A su juicio, el Partido Demócrata “siempre fue un partido que protegió situaciones de abuso”.
“Los latinoamericanos vemos la política estadounidense con el prisma del Buen Vecino, de Roosevelt, de la Alianza del Progreso, de Kennedy, esta simpatía postmodernista de Bill Clinton, y luego Obama, que se presentó como el primer presidente negro que gobernó este país”.
Por tanto, aclaró: “Yo no sigo personas ni me ando fijando si el tipo habla golpeado o no, sino qué es lo que representa. Biden es un político de carrera que ha producido legislación discutible o no; no ha sido un empresario, sino que ha vivido toda su vida de la política y ha tenido posiciones cambiantes y criticables desde el punto de vista del tratamiento a las minorías, después cambió de posición felizmente y así ha sido con muchísimos temas”.
Contrastar gestiones
Ahondando el tema de la actuación de Biden en la vicepresidencia de ese país, De León comentó:
“Estamos hablando de contrastar 4 años de política republicana, representada por Trump, frente a 8 años de política demócrata con Venezuela, donde incluso no se hizo nada y quedó en manos de funcionarios de segundo orden encargados de bajar fricciones y buscar acomodos. Obama llegó a retratarse con Raúl Castro como parte de su política de distensión con Cuba”.
“Los venezolanos no somos tontos y por eso creo que la gran mayoría va a terminar votando por Trump, porque saben perfectamente que esa afirmación – que no ha hecho nada – es engañosa si uno la contrasta con lo que hay como alternativa, que es Biden. Biden es Obama y Obama fue ocho años de tratarse de entender con el régimen de Maduro”.
Y explicó que dentro de la política internacional estadounidense, Venezuela ocupa un lugar de segundo orden, a pesar de que en un momento no fue así.
“Trump hablaba de combatir el socialismo en Venezuela, Cuba y Nicaragua porque veía allí una oportunidad de tumbar los tres alfiles del socialismo en la región. Eso no se produjo por error en la designación de los funcionarios”, comentó.
Bolton y Abrams: Errores de escogencia
Señaló De León que el presidente Trump “cometió un serio error de escogencia” con John Bolton y Elliot Abrams; pues han buscado, según él, “entenderse y un acomodo” en donde se den elecciones en Venezuela con el chavismo pero sin Maduro, “sin entender que el problema no es solo Maduro, es todo un régimen criminal, narcotraficante. Venezuela es un Estado fallido, gobernado por un régimen criminal donde está gran parte de la oposición y de manera institucional”.
“El problema no es Maduro. Es todo un grupo de gente que se ha enquistado en el poder y que ha encontrado la fórmula correcta para llevar negocios ilegales. Lo que buscan ahora es que de alguna forma el gran elector que es EEUU les dé un pase en esta situación”, argumentó.
Además, dijo que cuando ambos funcionarios fueron designados, los aupaba la fama de que eran halcones y habían accionado fuertemente contra la izquierda en Latinoamérica en el siglo XX.
“Pero cuando la gente envejece se empieza a preocupar más en el retiro que en otras cosas. Eso es lo que pasó con ellos, que al llegar a cierta edad y tomar demasiados riesgos puede ser un inconveniente desde el punto de vista personal, y por eso han asumido este tipo de estrategias, han tenido ingenuidad y desconocimiento de la idiosincrasia latinoamericana”, dijo.
Así las cosas, considera que los días de Elliott Abrams están contados en la administración de Trump “porque sus actuaciones han sido muy deslucidas”.
Un gallinero con gallinas de distintos tipos y colores
De acuerdo a De León el factor principal para sacar a Venezuela de la situación en la que se encuentra es que haya voluntad política y para él, ni Biden ni el Partido Demócrata la tienen. De hecho, “están muy lejos de tenerla porque no tienen interés en reconocer la naturaleza criminal del régimen” y, a su juicio, están buscando acomodos para tratar de sacar a Maduro dejando “el andamiaje socialista intacto”.
Le consultamos a De León sobre la comunidad internacional, que en voz de Scharfiker no actúa a la par con EEUU por la ‘arrogancia’ de Trump. Fue satírico: Es un gallinero que tiene gallinas de muchos tipos y colores.
“Esa estrategia de buscar un consenso internacional para que a través de unas declaraciones puedan persuadir a Maduro y al chavismo para que vayan a la Corte Penal Internacional a encarar todos los delitos, eso es un embuste. Es un mito y quien lo predica tiene un mínimo de sindéresis e inteligencia como para entender las consecuencias de eso. Es absolutamente inaplicable y lo saben”, aclaró.
De León pidió además un “acto de sinceración” ya que la “la única esperanza que a Venezuela le queda de salir de este régimen con una intervención internacional es que sea liderada por EEUU, no por razones de buscar la paz internacional, sino porque les afecta sus propios intereses”, apuntó.
“Lo cierto es que si alguien ha tenido iniciativas para poder buscar salidas, que han sido salidas equivocadas y propuestas por la oposición venezolana, es la administración del presidente Trump”, añadió.
Ante esa aseveración, le señalamos a De León que, de acuerdo a Scharifker, la intervención no va a ocurrir, ni con Trump ni con Biden.
“Yo creo que Scharifker es consecuente con la visión que representa de tirar la toalla y asumir que el tema venezolano es un caso perdido. Pero como yo no creo eso ni parto de esa visión, digo que la única opción que existe para tomar el curso de la democracia y restituir la República (…) es con una intervención. Ahora, no pretendo opinar sobre cuestiones militares, pero sí creo de manera muy firme que no será a través de elecciones que va a salir este régimen, entonces, a buen entendedor, pocas palabras”.
Comparación con Chávez
No pudimos dejar de preguntarle a De León su opinión sobre la comparación que desde el Partido Demócrata hacen entre Trump y el fallecido Hugo Chávez. Para él, no es más que un acto infantil.
“Yo soy abogado. Me gusta afirmar lo que digo con pruebas. Obama gobernó por ocho años EEUU con decretos ejecutivos, que él podía prescindir de pasar por el Congreso para tomar medidas. Trump no lo ha hecho jamás. Cuando inició la pandemia, se le criticó a Trump que no haya sido más autoritario cuando hubo disturbios, de pasar por encima de las autoridades locales demócratas y tomar militarmente las ciudades y regresar a la ley y el orden, que era lo que estos ciudadanos querían y no lo hizo. Ahora le critican que haya sido muy tolerante”, dijo.
“Por otro lado, tienes a gente que intenta manipular la opinión pública poniendo los ojos de Chávez en una pancarta con la foto de Trump. Es algo infantil y creo que es subestimar al elector, porque es pensar que el elector es tan idiota como para pensar que Trump, porque hable golpeado, es igual que Chávez o que sea populista porque su presencia pública convoca muchísima gente alrededor de él, en lugar de las esmirriadas presencias públicas de Biden que parecen velorios de pobre”, apuntó.
“He visto más gente en una exposición canina en el Poliedro de Caracas que en una presentación pública de Biden, pero la política está hecha de ese tipo de artes y creo que lo importante es que la gente entienda que lo que se discute acá no es si Trump tiene mal aliento, sino qué es lo que representa él y qué es lo que representa el otro”, afirmó.
¿Qué puede hacer Trump por Venezuela si gana?
De León opina que en un segundo mandato, Trump actuará unilateralmente con más libertad, sin consensuar tanto con su Administración, y además, “sabrá dónde está el error de haber confiado en funcionarios de carrera que lo que han hecho es marearlo”.
“No va a tener que consensuar internamente dentro de su administración las acciones a tomar. Entrar a una Administración en EEUU es tratar de controlar un dragón de muchas cabezas y no puedes hacer cambios radicales porque es como tratar de cambiar el curso de un portaaviones. Eso no cambia en forma de L, cambia poco a poco. Ya Trump ha ido posicionando gente suya dentro de las esferas de acción que responden a rangos subalternos esenciales, pero tiene que cambiar a otros y usar otros interlocutores, porque los que han hablado hasta ahora, que es el G4, han sido un fiasco”, comentó.
E, igualmente, comenta que es muy difícil saber quién ganará estas elecciones, pero apuesta a Trump porque hay un voto republicano oculto gigantesco que no es tomado en cuenta por las principales encuestadoras.
“Las encuestadoras no están tomando en cuenta ese voto oculto y lo digo por la percepción que uno puede recibir de asistencia de impacto público y de imagen en las presentaciones que hace el presidente Trump y las que hace Biden”, dice.
Ignacio De León.
Y recomienda no votar por el exvicepresidente porque es un político sin pasado claro y representa “retornar a la línea de política exterior del gobierno de Obama que fue condescendiente con el socialismo y la intención era buscar entendimiento y negociación con los liderazgos de estos individuos que han destruido esos países y son perseguidos por la justicia de EEUU”.
“Y tercero, es necesario entender que el desarrollo de una relación futura con EEUU no puede ser entorno a temas del tratamiento de la inmigración, que se ha manejado de forma demagógica en el discurso demócrata”, dijo.
En tal sentido, señala que el TPS para los venezolanos que promete aprobar Biden en sus primeros 100 días, es un arma demagoga y populista, además de ser un “embuste” porque necesita la discusión del Congreso, que es bipartidista.
Además, sostiene, “el TPS es el reconocimiento de que la situación en Venezuela no tiene solución y por lo tanto, la única alternativa que pueden tener los venezolanos que han venido a EEUU es buscar un estatus especial que evite que tengan que regresar a Venezuela y eso, en sí mismo, es el reconocimiento del fracaso de una política de sacar al régimen de Maduro del poder. Por eso, no me parece que tiene que ser la línea que informe el estatus de los venezolanos”.
“Yo entiendo que el estatus es precario, sería deseable buscar solución, pero tiene que hacerse con legalidad y no puede ser para cada uno, sino para todos, porque el problema es cuando creas categorías de ley para uno y otros, estás creando privilegiados”, dijo. “Esa es una forma populista de hacer política”.
¿Todas las opciones sobre la mesa?
Para finalizar, le preguntamos a De León si creía que en un segundo mandato, Trump seguiría con la frase “todas las opciones están sobre la mesa”. Su respuesta fue enfática:
“Yo creo que está absolutamente entendido y creo que en este momento, el gobierno de Trump está buscando alternativas, solo que no puede decirlas públicamente porque está en campaña y porque no se puede decir. De manera que estoy seguro que es así”.