La abstención fracasó y nada cambió

Opinión | junio 2, 2020 | 6:20 am.

El gobierno, ya en campaña, solo busca estimular la confrontación. Maduro busca radicalizar aún más a los sectores extremistas de la oposición con el objetivo fundamental de alejarlos una vez más del voto al que sí le teme. Necesita desesperadamente más Operaciones Gedeón. Lanzarnos al pozo sin fondo del abstencionismo.

Dicho de otra manera, el gobierno necesita que los factores extremistas de la oposición la sigan dirigiendo y se radicalicen más. Ante esta provocación del régimen, la dirigencia política de oposición debe mantener cabeza fría y mayor racionalidad.

No podemos seguir con una dirigencia que espera que, con la inacción suceda lo mejor. Esa que como se le acabó la lista de fantasías, vuelve con el fulano cuento del TIAR. Que sigue diciendo lo que la gente quiere oír, y no la realidad. Lamentablemente no hay cómo asumir la vía insurreccional contenida en la Constitución porque no hay fuerza interna ni externa. Esa es la cruda verdad, es la hora de que todos hablemos con sinceridad de las opciones electorales a mano, en la que lo primero que debemos de hacer es presionar para que se produzca un acuerdo para renovar el Poder Electoral.

Llegó la hora de que estos sectores reconozcan que la abstención no ha tenido ningún beneficio. Que como estrategia fracasó y nada cambió, por ello desde Unidad Visión Venezuela queremos dejar claro que la ruta es electoral, que hay que pisar tierra y concentrarnos en ese camino, – aunque para muchos parezca largo-, es la única vía: Parlamentarias 2020, Regionales 2021, si de aquí al 2022 hemos logrado avanzar lo suficiente vamos por el Revocatorio, y sino tener claro que vamos a organizarnos para en el 2025 ir definitivamente por la silla de Miraflores.

Es importante que distintos sectores de la sociedad, como la iglesia se vayan sumado a esta ruta, y por ende al llamado al voto.

Por supuesto que en el medio de este camino, debe haber una negociación que permita ir avanzando en los distintos problemas que aquejan a nuestro pueblo.

No podemos seguir estancado, ni mucho menos divididos, por ello nuestra invitación es a que trabajemos en la reunificación de la oposición, la reestructuración del liderazgo, la conformación de una plataforma partidista, y la legalización de los partidos ante el CNE para ir sumando fuerza de aquí al 2025.

Quizás hablar con la verdad en este momento no sea suficiente, porque tenemos unas condiciones mucho más adversas que las existentes en 2015 en todos los sentidos, donde el capital político está menguado, pero alguien debe decirlo sin medias tintas.

Pero estoy seguro que podemos lograrlo, nuestra apuesta se basa en la pluralidad, en no caer en falsas retóricas. La democracia en el discurso es bellísima, pero la praxis es la que la valida. ¿Somos demócratas o no? Una coalición reducida al G4 es una representación incompleta y tullida de la oposición. Por supuesto que habría que replantear la Unidad, pero eso implica ampliar eficientemente sus estructuras, no restringirlas a la opinión hegemonizante.

Igualmente el tema del liderazgo de la oposición es complejo. Y lo digo por la calle del medio como me caracteriza: uno de los principales problemas que hemos tenido es la falta de un líder, hasta ahora solo hemos tenido candidatos.

“Liderazgo” que siempre ha estado en competencia. Todos peleando por la medalla de plata. En esta larga ruta, pero segura que estamos planteando lo fundamental es la propuesta, empujar esa unidad de propósitos que demanda ponernos de acuerdo en la estrategia, coincidir en los principios y acciones. Alinearnos en cuanto a los métodos de lucha. Entender que la estrategia inmediatista no funciona, de que poco sirven las encuestas que miden la popularidad individual, cuando no tenemos elecciones presidenciales a la vista.

Diputado a la Asamblea Nacional

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