El socialismo gobernaría sobre tumbas
Es la costumbre de esta ideología del mal cuando gobierna, y Venezuela no iba a ser la excepción. Lo padecemos a partir del 11 de abril de 2002. El Estado Criminal Socialista aún en el poder pretende sostenerse al precio que fuere incluso el exterminio de todo venezolano negado a someterse a la esclavitud, y de ello la evidencia es pública, notoria y comunicacional a lo largo de estos años.
Así las cosas, tal como hoy vemos con perplejidad la destrucción de la industria refinadora de combustibles, área donde la República de Venezuela constituía ejemplo mundial, será igualmente destruido todo vestigio de civilización en territorio patrio, salvo aquellos recodos necesarios para el confort de la élite gobernante del Estado Criminal Socialista.
Porque al tiempo presente el ejemplo negativo de la República de Cuba bajo socialismo adquiere plena vigencia. La esclavitud y exterminio que padece el pueblo cubano desde hace ya 60 años es el más claro espejo para los venezolanos, motivo más que suficiente para persistir en el empeño de liberación nacional.
Al Estado Criminal Socialista le basta mantener con vida a un mínimo de población esclava, mano de obra barata, sólo útil para proveerle la vida de reyes, típica de los gobernantes socialistas. Por ende al paso que vamos los escasos signos externos de civilización aún en funcionamiento, a saber: servicios públicos, comercio, sector agropecuario y afines, serán historia en el corto plazo, o en el mejor de los casos la sombra tenue de un presente ya nefasto. La activación del artículo 187 numeral 11 de la Carta Magna es el último recurso de salvación para una República que clama por auxilio en medio del pantano ¡Prohibido Olvidar! Ora y labora.
