Pariendo en Revolución
Nadie entiende qué pasa por la mente de un dictador que invita a los jóvenes de su país a reproducirse de manera masiva como si les hablara a una cría de conejos. Nadie comprende cómo una revolución que se dice “feminista” reduce de manera tan retrograda el rol de la mujer en la sociedad. Nadie lo entiende, al menos hasta que finalmente se recuerda la naturaleza de un régimen socialista cuyo único interés es perpetuar la miseria y la dominación de su gente a través del hambre, la ignorancia y la dependencia.
Si bien esta tragedia llamada chavismo ha cobrado miles de víctimas, son las condiciones de la infancia venezolana las que me causan mayor indignación y rabia. La revolución que invita “a parir” a las jóvenes venezolanas es la misma que ha dejado a miles de huérfanos marcados para siempre por la violencia, es la misma que ha expulsado a más de un millón de niños y niñas venezolanas fuera del país, obligándolos no solamente a convertirse en caminantes cuando ni siquiera han aprendido a dar su primer paso, sino también a enfrentar condiciones de vida no necesariamente fáciles, siendo los niños más grandes los más afectados, puesto que muchos han tenido la necesidad de migrar solos, dejando su suerte en las manos de abusados y explotadores.
Se tiene que ser miserable, muy miserable, para hacer semejante llamado. Sobre todo cuando lo mejor que puede ofrecerle el sistema de salud venezolano a las futuras madres es que traigan al mundo a sus bebés en el piso frío y contaminado de un hospital colapsado. Una realidad que aunque el régimen chavista conoce, no forma parte de sus prioridades, es bien sabido que para ellos es más urgente llenar los bodegones de Nutella.
Quizás ver a la gente parir sea un fetiche socialista y no hay que negarlo, en eso han sido verdaderamente exitosos. Son millones los venezolanos que están pariendo desde hace más de veinte años producto del gobierno más incapaz de la historia nacional. Ni en la época de las montoneras hubo tanto atraso y barbarie. Ni en las guerras más cruentas hubo tanta sangre derramada. Nada se compara con lo que estamos viviendo y dejar registro escrito de lo vivido, es verdad, no no evitará que esto se vuelva a repetir, pero nos garantiza que jamás olvidemos.
@BrianFincheltub