¿Balas o virus?

Opinión | marzo 26, 2020 | 6:11 am.

Antonio Guterres, secretario general de la ONU, ha pedido un «alto el fuego mundial» demandando que se detengan todas las guerras con el fin de ayudar a hacer frente al coronavirus. «Nuestro mundo se enfrenta a un enemigo común: el Covid-19», manifestó Guterres en una conferencia de prensa virtual, subrayando que es momento de parar todos los conflictos para centrarse en «la verdadera lucha de nuestras vidas». Guterres no dejas de tener razón pues hay estudios en Gran Bretaña que informan que hasta el 70% de la población mundial podría desaparecer por este virus sin no se encuentra un antídoto pronto.

Guterres ha manifestado que los países afectados por guerras, tienen sus sistemas de salud de por si precarios casi totalmente destruidos y con miles de desplazados y refugiados, siendo especialmente vulnerables al virus. Guterres, ha dicho que la pausa en los combates ayudará a crear corredores para suministrar ayuda vital, abrirá oportunidades para la diplomacia y permitirá «llevar esperanza a los lugares más vulnerables». El Secretario General Guterres ha informado que sus enviados especiales para los distintos conflictos están trabajando con todos los bandos para tratar de detener la lucha y asegurar que este llamamiento los haga entrar en razón y se traduzca en resultados.

«No nos olvidemos que las áreas arrasadas por conflictos son zonas donde la capacidad de respuesta es muy limitada y, si continúan los combates, podemos tener una propagación devastadora de la epidemia”, señaló Guterres, siendo esta tregua global «absolutamente esencial» para lograr una respuesta efectiva contra el Covid-19.

En la actualidad tenemos al menos 8 conflictos que han provocado el mayor número de desplazamientos forzados, muertes y torturas en el mundo, sin contar a algunas dictaduras y guerras civiles de baja intensidad. Afganistán, Irak, Libia, Palestina, Siria, Somalia, Sudán del Sur, son algunos de estos países que ahora no solo deben enfrentar la muerte por el Coronavirus sino que por las continuas masacres llevadas a cabo por fuerzas militares.

Afganistán ha sido Azotado por la guerra y la violencia política desde los años 70 del siglo pasado, siendo uno de los grandes focos de inestabilidad y desplazamientos forzados en Asia Central. Tras la salida de las tropas soviéticas en 1989 el país comenzó una nueva etapa de violencia interna que culminó en la intervención de la OTAN en 2001 operando allí más de 8 países, especialmente soldados de Estados Unidos los cuales luchan contra las fuerzas Talibanes aunque hace un par de semanas firmaron un acuerdo de alto al fuego. Hay más de 5,1 millones de desplazados forzosos de Afganistán entre refugiados y desplazados.

Irak, El conflicto en Irak entre grupos armados de distinta naturaleza (políticos y religiosos) y las fuerzas gubernamentales apoyadas por EE.UU. han generado en los últimos años hubiera 1,8millones en 2018/19 de desplazados internos dentro del país de los cuales el 53% son niños. El gobierno controló la ciudad de Mosul y eso permitió un gran número de retornados a sus orígenes. El país no se encuentra totalmente pacificado y muchos desplazados siguen sin poder regresar a sus casas, Irak fue el país con mayor número de retornados en 2018, con 945.000.

Libia, La situación de este país del Magreb es realmente catastrófica pues allí imperan los saqueos, ajustes de cuentas, asesinatos políticos, divisiones territoriales, racismo, inestabilidad, cierre de puertos petroleros, secesión en la Cirenaica (región del norte)… Después de la muerte de Gaddafi, el país se ha caracterizado por una total ingobernabilidad.

Palestina, el conflicto israelí-palestino ya cumple más de 70 años debido a que Israel se ha apropiado de territorio palestino construyendo asentamientos en ellos. Solamente desde el año 2000 han muerto a manos del ejército de Israel 9.476 palestinos en Israel y en los territorios ocupados de Cisjordania y la Franja de Gaza. Son datos recopilados por el Centro de Información Israelí por los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados y según los cuales también han muerto durante este período de tiempo y a causa del conflicto 1.246 israelíes. El gobierno judío se niega a pacificar la región a pesar de los pedidos del gobierno palestino y de los países árabes. La ONU insiste en pacificar la región pero sin ser oída. Por otra parte Netanyahu se niega a tratar a los palestinos enfermos de coronavirus, lo cual no deja de ser estúpido.

Siria, la guerra más larga y cruenta de la región es en Siria es la. Por el tamaño y la población del país, ha generado una de las crisis de refugiados más graves desde la II Guerra Mundial.

Nueve años después del inicio de los combates, en 2020, 6,1 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares en otros puntos del país y 5,6 millones son refugiados en otros países de la región. Turquía es el Estado que acoge un mayor número de refugiados sirios en el cual se encuentran más de 3,6 millones de sirios que tuvieron que huir a causa de la guerra.

Somalia, este país ha sido considerado en muchas veces como ejemplo paradigmático de Estado fallido; se encuentra guerra civil desde los años 90 del siglo pasado. La mayor parte del país está fuera de control del Gobierno central, que en los últimos años ha logrado recuperar su influencia en el sur del país tras una ofensiva apoyada por la Unión Africana. A la violencia armada hay que sumar los estragos del cambio climático. Más de 2 millones de personas se han convertido en desplazados a causa de la sequía, las inundaciones y el propio conflicto. Esto ha provocado que la población desplazada internamente se duplique, alcanzando los 2,6 millones.

Sudán del Sur, desde su independencia en 2011, Sudán del Sur ha vivido más años en guerra que en paz. Al conflicto armado que comenzó en 2013 hay que sumarle un subdesarrollo económico crónico que ha llevado a millones de personas a la miseria y a la muerte por inanición.

El 65% de las personas forzadas a abandonar sus hogares son menores de 18 años. Actualmente hay 4,2 millones de desplazados forzosos de Sudán del Sur que son desplazados internos, refugiados y solicitantes de asilo.

Yemen, el país se ha convertido en el escenario de una de las peores crisis humanitarias del planeta debido a casi 5 años de guerra interna. La extensión del conflicto por toda la región, el colapso de la economía, la inseguridad alimentaria y el derrumbamiento de los servicios públicos básicos han generado que el 80% de la población necesite ayuda humanitaria para sobrevivir. Quienes no mueren asesinados mueren por hambre y salud precaria. La ONU alertó que Yemen podría llegar a tener la peor hambruna de los últimos 100 años en el mundo. El 53% de la población no tiene nada que comer y más de un millón y medio de niños sufren desnutrición aguda. ACNUR calcula que en 2018 hubo 264.300 nuevos desplazados internos.

Aparte de los países nombrados y que más preocupan a Guterres en el mundo hay unas 40 dictaduras algunas de las cuales se encuentran en Latinoamérica con una gran emigración de más de 4 millones solamente en Venezuela. El Secretario General de la ONU tiene en realidad una tarea complicada pues existen hasta ahora 188 países infectados por la pandemia del coronavirus (Covid-19) con cerca de 400 mil personas contagiadas y más de 16 mil muertos; ha conseguido curarse un poco más de 100 personas.

Este virus que se cree nació en China (y así lo reconoce su gobierno), aparentemente estaría en retirada en ese país, lo que significaría que su duración no es extremadamente larga. Por ahora los países con más infectados son Alemania e Irán con unos 50 mil casos entre ambos. Según la OMS (Oficina Mundial de la Salud) los contagiados podrían llegar a un 70% de la población mundial por lo cual se pide a las personas estar en cuarentena al menos por 14/15 días. En este momento hay 1.700 millones de personas en cuarentena en el mundo.

Considerando todo lo anterior, es posible que los países en conflictos bélicos y sociales puedan hacer un alto a sus problemas y que sus gobernantes y distintos grupos en pugna depongan las armas y entiendan que es más importante la convivencia pacífica, la paz y el entendimiento antes que el aniquilamiento mutuo y no seguir propagando la muerte no a través de las balas sino que a través de un virus para el cual, hasta ahora, no hay remedio.

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PhD, Docente en Chile