Ochoa Antich reta a Cabello a un debate, «por las mentirijillas»

Política | febrero 14, 2020 | 3:45 pm | .

El dirigente de Alianza por un Referendo Consultivo, Enrique Ochoa Antich, dijo a Diosdado Cabello que se quedó a la espera de la invitación a conversar que le hizo el primer vicepresidente del Psuv el pasado año.

«Cabello ¿qué pasó con tu amenaza de que me ibas a invitar a conversar en la Casa Amarilla si yo cruzaba las horcas caudinas de la plaza Bolívar? Me quedé esperando: conversación privada o pública o, aún mejor, debate ante los medios, como y cuando quieras», precisó Ochoa Antich en Twitter.

Previamente dijo que Cabello dijo «mentirijillas» sobre él en su programa Con el Mazo Dando del miércoles pasado: «Tres veces me mencionó. Comento en este largo hilo: 1. Si hablé de países A y B en un tuit por EEUU y Colombia, fue para causar una reflexión en mentes embrutecidas por el pitiyanquismo. Él lo sabe. Así que miente».

Reiteró que Cabello miente al decir «que temo por mi visa a EEUU. Sabe que son decenas mis tuits enfrentando a gringos y a cubanos. Sabe que ¡tengo 12 años sin viajar al exterior! porque no tengo cómo y eso que mi hija estudia en Alemania desde hace 5. Él sí viaja y mucho».

«Dice Cabello que yo digo que no recuerdo haber visitado al Lino de Clemente cuando él estaba preso allí. Lo que no recuerdo es haber almorzado con él (lo siento mucho, Cabello, no te recuerdo) y con Vielma según éste me contó hace unos pocos años», afirma.

Reiteró que si que recuerda y reivindica esa visita «como a la casa en Yare donde estaba preso… y medio libre… Chávez, en mi condición de defensor de los DDHH. Diosdado Cabello al menos debería ser agradecido. Su actitud devela su intolerancia».

«Por cierto. Nada, absolutamente nada tuvo que ver mi hermano, entonces ministro de la Defensa, con esa visita: con él tenía diferencias enormes por mi oposición al gobierno de CAP (tres veces estuve encalabozado y Cabello lo sabe, pero miente) y aún las tengo hoy», continuó.

Por último sentenció que «dice Cabello que no lo condene a irse con María Corina Machado a Madagascar, como le propusieron a Hitler con los judíos. Que esa compañía sería para él un pesar. Bueno. Puede ser. Pero ¡para los venezolanos sería un verdadero y reconfortante descanso de estos extremistas!».