Femicidios en Venezuela: Un problema creciente en medio de la oscuridad

Nacionales | marzo 25, 2024 | 7:04 pm | .

En Venezuela, la violencia contra las mujeres se ha convertido en una sombría realidad que no discrimina entre clases sociales, razas, niveles educativos u ocupaciones. En un contexto desolador marcado por la falta de estadísticas oficiales, diversas organizaciones de derechos humanos denuncian un preocupante aumento de este flagelo.

Durante el año 2023, la organización no gubernamental Utopix registró un femicidio cada 44 horas en el país, lo que equivalió a 201 asesinatos de mujeres por motivos de género. Aimee Zambrano, directora y fundadora de la ONG, destacó al portal Radio Fe y Alegría Noticias que estos datos se basan en subregistros de casos reseñados en medios de comunicación, sugiriendo que la cifra real podría ser aún mayor.

Ante este panorama, expertos como Diyuly Chourio, abogada y presidenta de la Fundación Vida Jurídica, hacen un llamado a definir el femicidio como una forma extrema de violencia de género, instando a una educación que permita identificar y prevenir este tipo de atrocidades.

En este sentido, Kika Martorell, psicóloga e investigadora feminista, enfatizó la importancia de una educación integral, libre de sexismo y machismo, que promueva la equidad de género y empodere a las mujeres.

“Una educación basada en valores feministas o en derechos humanos y equidad de género, contribuiría enormemente a la reducción de los femicidios y la violencia de género”, dijo.

La urgencia de abordar esta problemática a nivel estatal es evidente. Zambrano subrayó la necesidad de un plan de emergencia feminista que involucre a todo el cuerpo del Estado, desde campañas de sensibilización hasta la creación de políticas públicas efectivas.

Por otro lado, Ofelia Álvarez, directora de Fundamujer, insistió en que la prevención es clave para cambiar radicalmente esta situación. Destacó la importancia de contar con cifras oficiales, recursos adecuados y una capacitación constante para los funcionarios encargados de recibir denuncias.

En el ámbito legal, Venezuela cuenta con leyes que protegen a las mujeres, como la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Sin embargo, Chourio señaló la necesidad de fortalecer el sistema judicial y garantizar una respuesta y protección oportuna a las víctimas.

“Los mecanismos de control, monitoreo y seguimiento carecen de niveles de efectividad, y es lamentable porque siendo Venezuela uno de los países con más tribunales y fiscalías especiales en violencia contra las mujeres, se observan acciones que van desligadas entre la interrelación de los órganos administrativos y judiciales”, manifestó.

La falta de una educación integral y la impunidad en los casos de violencia de género contribuyen al aumento de los femicidios. Martorell destacó la conexión entre los altos niveles de pobreza y la violencia de género, reconociendo la importancia de desafiar las nociones de posesión masculina sobre las mujeres.

El impacto de los femicidios se extiende más allá de las víctimas, afectando la salud mental y la calidad de vida de toda su red de relaciones. Además, el fenómeno se ha expandido a nivel internacional, especialmente entre las mujeres migrantes venezolanas, requiriendo una respuesta coordinada entre los estados.

A pesar de los esfuerzos de organizaciones de la sociedad civil y agencias internacionales, como ONU Mujeres, Zambrano advirtió que se necesitan más recursos y políticas públicas efectivas para abordar esta problemática de manera integral. En última instancia, es necesario un compromiso conjunto para erradicar la violencia contra las mujeres y construir una sociedad más justa y equitativa para todos.