Identidad de testigos en caso de Clíver Alcalá será protegida: El Nuevo Herald

El Mundo | febrero 26, 2024 | 10:26 pm | .

El martes marcará un hito en el caso del general venezolano Cliver Alcalá, quien admitió haber conspirado para derrocar al presidente Nicolás Maduro. La audiencia de sentencia, que se llevará a cabo en la corte federal del distrito Sur de Nueva York, ha estado envuelta en secretismo debido a la presentación de información sensible no disponible al público, así lo informó El Nuevo Herald.

La semana pasada, el juez emitió una orden para proteger la identidad de fuentes confidenciales y otros testigos que continúan colaborando en investigaciones internacionales en curso. La fiscalía, buscando mantener la confidencialidad, ha prohibido a la defensa divulgar información relacionada con estas fuentes durante la audiencia y ha ordenado la destrucción del material al concluir el proceso judicial.

El general Alcalá se declaró culpable en julio de suministrar armamento a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para apoyar su lucha contra el gobierno colombiano. Aunque admitió su participación, rechazó los cargos más graves relacionados con el tráfico de drogas. La fiscalía, a pesar de la admisión de culpa, insiste en una condena de 30 años de prisión.

El crimen del acusado, según la fiscalía, no carece de víctimas, ya que las FARC secuestraron y asesinaron a estadounidenses. Alegan que Alcalá facilitó el tráfico de cocaína de las FARC y protegió a la organización y a sus socios narcotraficantes de la intervención del ejército venezolano. Observadores del caso destacan la falta de evidencia física y la dependencia de testimonios.

Cliver Alcalá, cercano colaborador del difunto Hugo Chávez, se entregó en Colombia y fue extraditado a Estados Unidos antes de la fallida incursión armada contra el régimen de Maduro en mayo de 2020. La llamada operación Gedeón, organizada por Alcalá, resultó en la detención de ex soldados estadounidenses y dejó un saldo de seis muertos y numerosos arrestos de militares venezolanos. La ausencia de pruebas físicas vinculando al general con operaciones de drogas destaca entre las críticas de los observadores del caso.