El dilema de MCM: ¿Sustituir o resistir?
El triunfo de María Corina Machado en las primarias marcó un hito en la política venezolana, pero su candidatura enfrenta un nuevo giro con la ratificación de su inhabilitación por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). En este contexto, la oposición se encuentra ante la encrucijada de definir la ruta a seguir y considerar posibles sustitutos en caso de que Machado no pueda inscribirse en las elecciones presidenciales de 2024.
«Todavía estamos enfocados en la inhabilitación. Ella es la candidata de oposición y debe tener el derecho a participar», sostiene el jefe de Misión de Estados Unidos para Venezuela, Francisco Palmieri, respaldando la lucha por la habilitación de Machado. Estados Unidos ejerce presión para garantizar la participación de la oposición, estableciendo un plazo que, de no cumplirse, podría llevar a la revocación de sanciones a las industrias de petróleo y gas en Venezuela.
En el ámbito interno, la Plataforma Unitaria se debate entre la presión al gobierno de Maduro y la consideración de posibles sucesores. «De no ser ella la candidata, su voz será la de más peso a la hora de seleccionar a su sucesor o sucesora», afirmó un miembro no identificado de la Plataforma Unitaria a El Pitazo, destacando la importancia del liderazgo de Machado en la toma de decisiones.
La postura de Vente Venezuela, el partido de María Corina, se centra en consolidar su liderazgo. «No se puede pretender que ella claudique cuando ha logrado que su liderazgo sea reconocido», explicó Morella Rodríguez, miembro de la organización política. La estrategia principal es trabajar para lograr la inscripción de la candidatura, postergando la discusión sobre un posible sustituto.
La incertidumbre sobre quién podría suplir a Machado y cómo se realizaría esa designación plantea desafíos adicionales para la oposición. «María Corina va a tener acciones preferentes en el camino que se escoja», señala la consultora política Carmen Beatriz Fernández, resaltando la importancia de consenso en las decisiones.
En medio de este debate, María Corina Machado mantiene una postura firme, exigiendo la restitución de sus derechos políticos y criticando cualquier intento de buscar un sustituto. «Hay gente que dice ser opositora y realmente no lo es», declaró Machado en referencia a propuestas de encontrar un reemplazo, subrayando su determinación de no dejarse minimizar por los ataques.
La situación actual plantea un dilema para la oposición venezolana, que debe equilibrar la presión internacional, el liderazgo indiscutible de Machado, y la necesidad de establecer protocolos de respuesta ante circunstancias similares en el futuro. En este panorama incierto, la figura de María Corina Machado sigue siendo central, pero la oposición debe prepararse para diferentes escenarios en los meses venideros.