2022: el año del destape
A raíz del fallecimiento del “Caudillo de España por la Gracia de Dios”, como se promocionaba el dictador Francisco Franco, se cumplió la tercera Ley de Newton que dice que “a toda acción se produce una reacción igual y de sentido contrario”.
Era inevitable una reacción a la mojigatería impuesta por el régimen. Cuando joven, viví esa santurronería en España, durante el exilio de mi familia en época del dictador Pérez Jiménez.
En el cine, el destape se inició tímidamente en 1974, pero fue en 1976, después del fallecimiento de Franco, que un desnudo en la película “La trastienda” armó la de San Quintín. Desde entonces, el destape quizá se ha pasado un poco de maraca en todo el mundo. Desde luego, este artículo no se refiere a ese evento, sino al destape de la corrupción en Venezuela, hoy de actualidad mundial a raíz de las confesiones del corrupto Alejandro Andrade, quien cantó como canario para lograr una rebaja de la pena de prisión.
Como era de esperar, la corrupción no se destapó en Venezuela, sino en el exterior. Quienes han ocupado la Fiscalía General, Isaías Rodríguez y Luisa Ortega Díaz no se ocuparon de ese flagelo. Tarek Saab ha logrado encanar unos cuantos, pero se dice que más por rivalidad entre grupos que por intención de combatir la corrupción. Andrade destapó parte de la corrupción al incriminarse y, además, al denunciar a Claudia Díaz, “la enfermera de oro”, y a su esposo Adrián José Velásquez Figueroa, el guardaespaldas que logró muchos más ingresos que el devengado por Kevin Costner por su actuación en la conocida película.
En esta época han proliferado las lavanderías. Hay más que todas las que tenían nuestros amigos chinos en tiempos ya remotos. Son numerosos los casos que han estado o que todavía están en juicio en tribunales de Estados Unidos. Abraham Edgardo Ortega, Roberto Rincón Fernández, Abraham José Shiera Bastidas, Karina del Carmen Núñez Arias son, entre otros, los que más han sonado. Raúl Gorrín, propietario de Globovisión, ha sido señalado por varias fuentes de supuesto involucramiento en el lavado de dinero. Si él se considera inocente, debería acudir a los Estados Unidos para dar su versión. En Venezuela, ningún fiscal se molesta en abrirle una investigación.
El Fiscal Tarek Saab realizó en el 2017-2018 acusaciones de corrupción en contra de unos 80 empleados de Pdvsa. Algunos de los señalados se declararon culpables, otros tendrán que ir a juicio. Es indudable que la corrupción en las empresas mixtas Petropiar, Petromonagas y Petrozamora es de montos muy importantes.
Los detenidos de mayor nivel han sido Nelson Martínez y Eulogio Del Pino, ambos expresidentes de Pdvsa, Jesús Luongo, que fue Director de Pdvsa y Gerente General del Centro de Refinación de Paraguaná, y Pedro León Rodríguez, Director Ejecutivo de la Faja. Martínez y Del Pino fueron detenidos en noviembre del 2017. Martínez, señalado de irregularidades en Citgo, falleció mientras estuvo detenido y hay denuncias de que murió porque no le dieron a tiempo el debido tratamiento médico. Del Pino fue sometido a juicio tres años después de su detención por supuesta corrupción en Petrozamora. Luongo, detenido en el 2018, fue absuelto en un primer juicio en septiembre del 2021, pero pareciera que su caso sigue vivo. Doce empleados de Pdvsa aceptaron los cargos de corrupción en Petrozamora y fueron condenados entre nueve y cinco años de cárcel.
En el caso de Rafael Ramírez Carreño, expresidente de Pdvsa hoy exiliado en Italia, ha sido el ministro de Energía y Petróleo, Tarek El Aissami, quien lo ha acusado de corrupción por muchos millones de dólares. Desconocemos si ello es cierto, pero durante su presencia en Pdvsa se señalaron muchos casos de supuesta corrupción, entre ellos el de su primo Diego Salazar. Lo que sí es indudable es que Rafael Ramírez es intelectualmente deshonesto. Le consta que los accidentes en Pdvsa, entre ellos la terrible explosión en la refinería de Amuay, ocurrieron por falta de mantenimiento y por impericia de los operadores, pero él sostiene que fueron por sabotaje. Ahora, presume de ser el verdadero heredero de Chávez, pero hasta la hija de este lo rechaza.
Es evidente que en Venezuela no hay controles para detectar casos de corrupción, ni voluntad de investigar, mucho menos a los militares. Para confundir, los palafreneros de Maduro lanzan acusaciones a diestra y siniestra. Sobre La Trastienda alguien dijo que “no es la película de la apertura, sino la película de la libertad”. Aspiramos que el destape de la corrupción sirva para encarcelar a unos bandidos, pero principalmente para romper las cadenas que impiden la libertad de nuestro país.
Para familiares, amigos y lectores, mis mejores deseos por un 2023 sin presos, ni exiliados y que la participación masiva de los demócratas en las elecciones primarias facilite el camino para salir del régimen.
PD: En estos días, los 72 diputados y los principales dirigentes de AD, PJ y UNT, es decir Ramos Allup, Capriles o Borges, y Manuel Rosales, tendrán que decidir si entendieron los mensajes sobre la inconstitucionalidad y torpeza de dar un golpe de Estado al gobierno interino. Si ratifican su aberrante decisión, ya tomada en primea discusión, evidenciarán que no les importa la destrucción del país y las violaciones a los derechos humanos por parte del régimen que quieren apuntalar.
Además, si no aceptan el criterio de los distinguidos juristas del Bloque Constitucional evidenciarán que, si llegan al poder, no respetarán la Constitución. Los electores no lo olvidaremos y la historia no los absolverá. Igual aplica a quienes siguen predicando que el gobierno interino debe cesar. Ninguno de los críticos tiene la clave para poner fin a la usurpación, solo la unidad y su conexión con los ciudadanos tienen esa posibilidad.
Como (había) en botica Lamentamos los fallecimientos de nuestros compañeros Raimundo Ronny y Jorge Fanartzogloo. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!