Ricardo Cusanno: Es urgente reactivar el diálogo de México y para eso hace falta voluntad política y sensatez
El expresidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, destacó la necesidad de que el diálogo de México entre delegados de Maduro y la Plataforma Unitaria vinculada a Juan Guaidó, sea reanudado tras más de un año de pausa, y que este genere acuerdos que sirvan para mitigar la crisis que viven los venezolanos.
En entrevista telefónica concedida a ND, el integrante de Foro Cívico -que viene empujando el diálogo- dijo que es hora de que se retome la negociación entre estos factores para que esto permita atender las necesidades que tienen los venezolanos. «Hace falta voluntad llena de sensatez y sensatez llena de voluntad política».
En este sentido, justificó que esa negociación le puede permitir a Venezuela acceder a fondos para subsanar debilidades estructurales en temas de servicios públicos, salud y alimentación. «Lo primero que debe tener como norte la negociación son los ciudadanos».
A su juicio, es en México donde además de darse acuerdos por la gente, se darán los primeros pasos para lograr condiciones políticas y electorales favorables, tanto para la oposición como para el chavismo.
«En la negociación política se deben discutir temas de inhabilitaciones, de tarjetas, de partidos y una serie de cosas que hay que trabajar y lo que sí es importante y que va más allá de la negociación, es que haya procesos claros y transparentes que garanticen la mayor inclusión de los ciudadanos y que haya la mayor cantidad de personas inscritas. Que no hayan obstáculos porque no queremos una elección limitada sino que se exprese la voluntad del país».
A continuación nuestra entrevista:
Desde el Foro Cívico han resaltado la necesidad urgente de retomar el diálogo de México ¿Por qué esto no termina de ocurrir?
– Esa es una muy buena pregunta. La verdad es que es una respuesta que espera todo el país porque es urgente que se inicien los procesos de ayuda a las necesidades que tiene el país, y que se construya la confianza necesaria para generar mayor estabilidad política, inversiones que dinamicen la economía a favor de la gente y que por supuesto, nos permita entrar a una discusión de carácter político y electoral que encamine a Venezuela de cara a 2024 y 2025, y así podamos tener unas elecciones que le sirvan al país. Más allá de quienes son los ganadores y perdedores. Al final de la historia hace falta voluntad llena de sensatez y sensatez llena de voluntad política, para que se reanuden esas negociaciones.
La oposición está enfocada en la primaria, pero también está el diálogo de México, y en el medio el país que intenta sobrevivir en medio de la inflación y salarios insuficientes. ¿Qué les dice a los políticos en este contexto?
– Creo que lo más importante de resaltar es el sentido de urgencia a qué la negociación se retome, urgencia por la gente y no por los cálculos o expectativas políticas de uno u otro actor que se sientan en la mesa. Esa negociación le puede permitir a Venezuela acceso a fondos que pueden subsanar debilidades estructurales en temas de servicios públicos, de salud, y alimentación.
– Lo primero que debe tener como norte la negociación son los ciudadanos. Hoy el drama que vive todo el país se ha intensificado con el tema de las lluvias y no es hora de pausas, sino de dar dinamismo y poder de respuesta que debe estar acompañado de estabilidad política y recursos y eso lo puede dar la negociación de México.
– Los actores políticos deben entender que, al final del día, el venezolano pide transparencia, inclusión, y que sean capaces de dirimir las diferencias desde soluciones pacíficas y que en cualquier vía que sea para dilucidar el posible candidato de la oposición para 2024 y más adelante de 2025, que tomen en consideración todas las voluntades políticas que existen, que no haya exclusión y que sean los ciudadanos que elijan y no los intereses o parcialidades políticas los que elijan a sus representantes o candidatos para liderar a la oposición en estos procesos.
¿Cree usted que bajo el paragua de la negociación de México pueden darse condiciones electorales y políticas para elecciones confiables?
– Sí, sin duda alguna. La negociación de México es parte de un proceso que va a construir esos parámetros básicos para unas elecciones que le sirvan al país, pero ya eso comenzó en el proceso de nombramiento de autoridades del CNE hace más de un año.
– Y es importante que en ese proceso se den condiciones para ambos actores, tanto oposición como para el gobierno, que se den condiciones dónde ambos se sientan competitivos y dónde las restricciones que existan no vayan más allá de aquellas que impone la ley y dónde se les permita a los candidatos postularse sin condicionamiento.
– En la negociación política se deben discutir temas de inhabilitaciones, de tarjetas, de partidos y una serie de cosas que hay que trabajar y lo que sí es importante y que va más allá de la negociación es que haya procesos claros y transparentes que garanticen la mayor inclusión de los ciudadanos y que haya la mayor cantidad de personas inscritas que no hayan obstáculos porque no queremos una elección limitada sino que se exprese la voluntad del país y que traiga un país de mayor estabilidad más allá de las diferencias ideológicas de cada quien.
Fedecámaras está realizando una gira por todo el país con el lema de desarrollo y la democracia. ¿Cómo lograr que esto se consolide en el país?
– Sí, es un programa que pone a discutir al país sobre esos dos conceptos y yo lo hago como ex presidente de Fedecámaras. Pero Fedecámaras tiene una propuesta de plan de desarrollo económico, y cuando hablamos de esos dos términos en específico es porque en el mundo hay países que tienen democracia pero no tienen desarrollo económico ni sustentable ni favorable y hay países que tienen excelente desarrollo económico y calidad de vida, pero en ellos la democracia no es una de sus bondades. ¿Cómo lograr esa discusión? La participación ciudadana es clave para que esos dos conceptos puedan vincularse en Venezuela y puedan formar parte de la cotidianidad.
– Y esa es una argumentación que se está llevando a cabo en las regiones junto a actores sociales, académicos, laborales, el fin. Para sembrar esa discusión que debe salir de los muros de las organizaciones, porque es el ciudadano el que debe discutir el país que quiere. Para construir exigencias y presiones positivas para que los actores políticos tomen ese camino.