Armando.Info: La astucia del Comité Olímpico no le ayudó a alcanzar la meta

Nacionales Política | noviembre 19, 2022 | 11:43 am | .

Armando.Info, Johanna Osorio Herrera/.- Las sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro pusieron en aprietos a todo tipo de instituciones venezolanas para recibir recursos y mantener su funcionamiento, entre ellas las de actividades deportivas. El Comité Olímpico Venezolano abrió una empresa en Florida para capear este temporal pero hasta el día de hoy siguen las contradicciones sobre su funcionamiento, su utilidad y su futuro. Todavía la vieja directiva del COV tiene el control de esta.

“A Alejandra Benítez no la dejaron competir [en Canadá] y hubiese clasificado. No la dejaron competir por las sanciones criminales”, se lamentaba Nicolás Maduro en agosto de 2021, en referencia al caso de la exministra y laureada esgrimista, tras el regreso de la delegación venezolana de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, celebrados entre julio y agosto de 2021, pospuestos por la pandemia.

En simultáneo, Mervin Maldonado, exministro del deporte, aseguraba: “Estados Unidos procura que nuestro país (…) no desarrolle sus capacidades y por eso busca limitarlos [a los atletas]”.

Aunque la de Tokio fue la mayor cosecha de medallas —una de oro y tres de plata- que haya obtenido Venezuela en cualquier cita olímpica desde que en Londres 1948 empezaron sus participaciones oficiales, la clasificación en rankings mundiales y la propia preparación de los deportistas venezolanos se vio mermada durante esta olimpiada -el ciclo cuatrienal entre la celebración de los juegos-. Más allá de las ineficiencias en las que pudieron incurrir el Estado y sus autoridades deportivas, ciertamente las sanciones financieras impuestas por Washington dificultaron diligencias para viajes o pagos de viáticos y becas. Una circunstancia que voceros del gobierno, como el propio Maldonado, no desaprovecharon para atribuirle cualquier decepción en la competencia.

“El bloqueo ha hecho sus estragos, ha afectado bastante el tema”, remachaba Maldonado su denuncia.

Pero para otros dirigentes deportivos las sanciones sirvieron de pretexto para poner a prueba fórmulas innovadoras y hasta audaces que permitieran sortear las sanciones y asegurar el acceso a financiamiento extranjero. Tan audaces como para implementarse en el propio territorio estadounidense, origen de esas sanciones. Tal fue el caso del Comité Olímpico Venezolano (COV) durante la presidencia de Eduardo Álvarez Camacho, exministro del Deporte en el gabinete de Hugo Chávez.

Comité Olímpico Venezolano C.A. INC es la compañía con la que el COV intentó -y no pudo; no, al menos, por completo, según sus voceros ahora afirman-  trazar un ducto para que su dinero venido desde el exterior vadeara las sanciones.

Según los documentos revisados en la División de Corporaciones de Florida, fue constituida allí con el nombre inicial de Corporación Olímpica Tricolor INC, el 11 de junio de 2019. Para esa fecha arreciaban las presiones de la administración de Donald Trump desde Washington contra el régimen de Nicolás Maduro, arrinconado en apariencia desde comienzos de ese año por la proclamación de Juan Guaidó por parte de la Asamblea Nacional opositora como presidente interino -o paralelo, en los hechos, con el respaldo de las principales potencias democráticas de Occidente-, y por un levantamiento cívico-militar a finales de abril, chapucero pero pronosticador de nuevas conmociones.

La empresa, así como los nombres de Álvarez y Arturo Castillo, presidente y tesorero -mismos cargos que detentaban entonces en el COV-, resaltan entre los hallazgos de Miami Nostro, una investigación conjunta entre Armando.info y el Miami Herald, por la que se sistematizaron los datos de más de 120.000 funcionarios venezolanos cuyos nombramientos aparecieron en la Gaceta Oficial entre 2007 y junio de 2022, para luego cruzarlos con los registros de la División de Corporaciones de Florida.

El cruce de las bases de datos permitió comprobar que, a contracorriente de sus repetidos lemas antinorteamericanos, se cuentan por cientos los casos de exjerarcas y funcionarios de los gobiernos de Chávez y Maduro que terminaron, si no viviendo, al menos sí abriendo empresas o adquiriendo activos en el sur de Florida, meca dorada del exilio antichavista y, aún antes, de la clase media venezolana.

Siga leyenda el trabajo aquí.