«La gente estaba muy asustada e íbamos como sardinas», Clarissa Ward narra la evacuación de Afganistán

El Mundo | agosto 23, 2021 | 8:01 pm | .

Clarissa Ward, la corresponsal de CNN en Afganistán, detalló este lunes su experiencia en Kabul y cómo fue la desordenada evacuación tras la toma del poder por parte de los talibanes. Además contó la vulnerabilidad humanitaria de ese país.

Ward abandonó el país el viernes pasado un avión C-17 de la Fuerza Aérea de EEUU, siendo llevada a Doha, Qatar.

“En un principio, esencialmente, hay cientos de personas, es la mitad de la noche, es increíblemente ruidoso, se camina a lo largo del campo de aviación, hay aire caliente de sopla de todos los diferentes motores de la pista y te apiñan en este enorme avión C-17… Estábamos apretados como sardinas y la gente estaba muy, muy asustada”, relata la profesional en entrevista a la cadena CNN.

Cotinúa: “Todo el mundo tiene que ponerse de pie y mirar hacia adelante porque están como sardinas apiñadas allí. Y luego, en un momento dado, todo el mundo se sienta al unísono para que haya espacio para todos, pero no puede”.

La reportera también explicó que en el interior de la aeronave no había mucho espacio, “apenas puedes sentarte con las piernas cruzadas y están mirando a tu alrededor y la gente está muy asustada. La gente está preguntando: ¿a dónde vamos, ¿qué pasa ahora?, no puedo… mi teléfono no funciona, ¿con quién me pongo en contacto?, ¿cómo encontraré al resto de mi familia?; y porque soy una occidental con mi equipo, Brent Swails, William Bonnett, así que todo el mundo nos está haciendo todas estas preguntas como si pudiéramos saber las respuestas en términos de lo que viene después y cómo van a salir, a dónde va a ir y qué va a pasar con la gente que se ha quedado atrás”.

Prosiguió que tras ponerse en marcha el motor del avión y despegar, todo el mundo está sentado “como acurrucado, la gente se aferra a los demás. La gente se derrumba de agotamiento”.

Sobre lo que vivió en ese momento, dijo que la sensación fue de alivio pero muy extraña. También sentía tristeza y culpabilidad.

“Culpabilidad de ¿por qué nosotros sí logramos irnos?, ¿por qué somos tan afortunados? y ¿por qué otras decenas de miles de personas siguen presionando para tratar de entrar en ese aeropuerto para tratar de salir a salvo?”, reflexionó.