Aprender a vivir en común…
Lo que ocurra después del 5 de enero de 2021 no es un hecho que dependa de la clase política. Resistir las embestidas del régimen no es un asalto reservado contra la AN sino contra todos los ciudadanos. También le toca al pueblo, los intelectuales, a cada uno de nosotros hacer causa común, para vivir en paz.
La resistencia civil es un fenómeno que se ha presentado en diversos ámbitos a lo largo de la historia. Adam Roberts y Timothy Garton Ash en su libro Resistencia civil y política del poder, “La experiencia de las acciones no violentas desde Gandhi hasta la actualidad”, incluyen relatos de numerosos ejemplos históricos. Casos de estudio que comprenden el rol de Mohandas K. Gandhi en el movimiento independentista de la India [1917-47], la lucha por los derechos civiles en EEUU en la década de 1960, liderada por Martin Luther King, el movimiento por los derechos civiles en Irlanda del Norte [1967-72], la Revolución de los Claveles en Portugal [1974-75]; la Revolución iraní [1977, antes de la llegada al poder de Khomeini en febrero de 1979]; People Power Revolution en Filipinas [1.980] que derrocaron al presidente Marcos; las campañas contra el apartheid en Sudáfrica, especialmente [1983-94] o las movilizaciones masivas contra el gobierno autoritario de Pinochet en Chile, 1983–88…La caída del muro de Berlín lo lograron los alemanes y la disolución de la Unión Soviética [1991] el pueblo ruso que impulsó una apertura impostergable.
En Venezuela la revolución del 45 fue nuestro primer pacto hacia la democracia. Su éxito: Unidad y hartazgo a la dominación. Su fracaso: fragmentación y negación grupal.
23 de enero… preludio de libertad
Cuando el presidente Juan Guaidó Márquez en enero 2019 se dirigía a un Cabildo Abierto en Caraballeda pocos les esperaban. Funcionarios del régimen [Sebín] lo interceptaron en plena autopista. Guaidó se resistió a ser esposado. Con determinación, hizo gala de humildad y valentía. “Vas a esposar al presidente de la República, que lucha también es por Uds., por tus hijos, por nuestro país”. Medios como CNN, BBC, France24 o Infobae, divulgaron el episodio. Guaidó fue liberado y lo que era un encuentro de pocos en la guaira se convirtió en euforia de miles que se extendió por toda Venezuela.
Guaidó celebro -debutó. Un líder desconocido saltaba a la arena pública con las marcas de las esposas en sus muñecas: “Aquí están los símbolos de la tiranía. Si querían enviar un mensaje para que nos encontráramos, aquí está la respuesta del pueblo, aquí estamos, ¡aquí esta la verdadera resistencia del glorioso pueblo de La Guaira!” El resto es historia viva. El 23 de enero de 2019, Guaidó se juramentaba como Presidente Interino de Venezuela en la Plaza Juan Pablo II de Chacao. Su proclamación tomaba notoriedad y aceptación urbi et orbi. Maduro rompió relaciones con USA. El NY Times destacó el comunicado de la Casa Blanca suscrito por el presidente Trump: “La gente de Venezuela se ha pronunciado valientemente contra Maduro y su régimen, y ha demandado libertad y un Estado de derecho”. Una luz que nos empeñamos en sofocar echando por tierra-al decir de Luis Castro Leiva- “la idea y la práctica de vivir en común”, que es vivir en paz.
En [su] Discurso de Orden del 23/01/1998, Luis Castro Leiva abogó por la unidad de los partidos políticos, “intentando hacer en una república una democracia. Citando las palabras del discurso del senador Miguel Otero Silva del 23/01/1958, alertaba de nuestra vocación fragmentaria. Sentenció Otero Silva: “La unidad de los partidos hecha presencia real y no consigna verbal en el seno de la Junta Patriótica [1958], trajo consigo como consecuencia lógica la unidad de los sindicatos obreros, la unidad de los intelectuales, la unidad de la nación entera a la luz de la decisión enfurecida de echar de esta tierra al tirano y a su cortejo de rufianes y verdugos”. Sin esa unidad no había república posible. Unidad con la que Otero pregonaba, “ningún golpe de estado acabará con éste ni con cualquier gobierno constitucional en Venezuela”. Pero los miedos de Castro Leiva y Otero afloraron: desapareció la unidad y desapareció la democracia en tierra de gracia.
Castro Leiva, a propósito del golpe contra Medina Angarita de 1945, mencionó una de las frases más contundentes de nuestra historia política: “sin el ’45 no habría habido democracia verdadera; a causa del ’45 nunca hemos podido tenerla”. O nos hacemos una sociedad unida en búsqueda de una democracia verdadera o una caemos en una sociedad coja, capona de “echar de esta tierra al tirano y al cortejo de sus rufianes y verdugos…”
Del cese de la pugnacidad, depende…
En su último discurso como presidente de la república el 20/05/1993, CAP dijo: “Es como la rebelión de los náufragos políticos de las últimas cinco décadas. Los rezagos de la subversión de los años 60. Con nuevos reclutas. Los derrotados en las intentonas subversivas del 4F y el 27N de 1992, se incorporan a la abigarrada legión de causahabientes. Todos los matices, todas las ambiciones y todas las frustraciones juntas de repente. Me resisto a imaginarme a Venezuela…en medio de una pugna imaginable, ésta sí, por sus cuotas de poder”.
Después del 5 de enero del 2021 o aprendemos a “vivir en común” sin pugnacidad y resistencia, o parafraseando a Castro Leiva,” la democracia nunca habremos podido tenerla”. La rebelión de los náufragos no ha cesado… De su cese, depende…
@ovierablanco
Embajador de Venezuela en Canadá