Una propuesta coincidente

Opinión | noviembre 5, 2020 | 6:26 am.

Lamentablemente en la Venezuela del siglo XXI, con la utilización masiva de los medios digitales y las redes sociales, todavía hay que hacer aclaratorias sobre algo que está perfectamente escrito. Los 240 caracteres de Twitter han dañado a tal punto el juicio de las personas que solo se contentan con leer un mensaje en el celular para llegar a conclusiones definitivas, confirmando que la gente se informa solo de titulares. Ese es el precio que hemos tenido que pagar en la modernidad por disfrutar del crecimiento exponencial de las comunicaciones. Pareciera que mientras más comunicados estamos, nos encontramos menos informados.

Bastó que un respetable tuitero señalara, como su opinión personal, que “ANCO se deslinda de la consulta promovida por el Interinato” como reacción a la lectura de mi nota anterior, para que todo el mundo sin leer lo que escribí se hiciera eco de esa opinión, que no se corresponde con lo que señale allí. Ni con los documentos que referencié que son públicos y verificables, causando desconcierto y confusión entre todos los que han seguido la Consulta Popular. Quiero suponer, como efectivamente supongo, que esa interpretación personal no ajustada a la realidad, proviniendo una persona tan respetable, fue hecha sin la menor intención de provocar esa confusión.

Debo indicar, una vez más, que mi opinión personal no es la posición de la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, cuyas posiciones oficiales están contenidas en su blog oficial. Y aunque yo hubiera señalado en mi nota –que no lo hice- que ANCO se hubiera deslindado de la Consulta Popular, eso no podía tomarse como cierto sin la referencia de una posición oficial pública de la Alianza. Mis lectores habituales saben que siempre respaldo lo que digo con una referencia (no suelo sacarme las cosas de un sombrero de mago como mucha gente en las redes), como lo estoy haciendo ahora. Lo anterior obligó a ANCO a pronunciarse, como efectivamente lo hizo, estableciendo su posición oficial.

Pero, ¿qué causó tanto revuelo si lo indicado en mi nota pasada ya lo había señalado en notas anteriores? Esto es, que el Gobierno Encargado y los políticos del G4/FA le habían planteado al país una consulta diferente en el Acuerdo que aprobó la Asamblea Nacional el 1ro. de octubre de 2020, al propuesto por ANCO en la oportunidad de reunirse con el Presidente Encargado el 4 de septiembre de 2020.

¿Es eso falso? ¿Es acaso una “malcriadez” de mi parte, como lo ha señalado alguno, porque la Asamblea Nacional no siguió nuestra propuesta? Lamentablemente ese es el nivel de la política venezolana actual, razón por la cual nuestra lucha será cada vez más dura no solo porque nos enfrentamos a un régimen asesino sino a una oposición que deja mucho que desear para este momento histórico del país, y llena de intereses que no son precisamente los de las mayorías, lo que la hace sumamente peligrosa para los venezolanos.

Las diferencias entre lo propuesto y lo aprobado por la Asamblea Nacional originó una solicitud formal de ANCO para la reconsideración de las preguntas (única que se ha hecho, por cierto), que en este momento debería discutirse a lo interno del Comité Organizador de la Consulta Popular. Esa solicitud se encuentra en el Comunicado de ANCO del 25 de Octubre de 2020. Sin embargo, que tomen en cuenta o no la solicitud es otra situación que tendremos que abordar en su momento.

Lo anterior de ninguna manera implica que los políticos de la Asamblea Nacional tengan que hacerse eco a juro de nuestro planteamiento. Lo que implica es que si hacen una consulta distinta a la que propusimos, que quede bien claro ante la opinión pública venezolana que no fue la que ANCO le propuso a ellos y al país. Y que no pueden obligar a los venezolanos, de la misma manera como lo pretende hacer el régimen, llevándonos como ganado a un matadero vistiéndose con el ropaje de una sociedad civil que de buena fe les puso a la disposición un instrumento inédito para salir del régimen de Maduro. Tal vez la mención de eso en mi nota anterior fue lo que le molestó tanto a muchos y la desinformación generada alegró particularmente a quienes han sido enemigos acérrimos de convocar a la Soberanía Popular.

Pero hay otra cosa que particularmente les molestó, y de allí que celebraran que supuestamente ANCO se “había deslindado” de la Consulta Popular. Que los venezolanos al fin están comenzando a entender que son ellos, nosotros, todos los venezolanos, los que tenemos el poder de cambiar las cosas. Que no vamos a tolerar que los políticos, sea cual sea su orientación, hagan otra cosa con nuestra voluntad que no sea lo que los ciudadanos están exigiendo. Y eso se vio reflejado en las redes al respaldar la posición de las preguntas propuestas por ANCO, frente al bodrio que aprobó la Asamblea Nacional el 1ro de Octubre.

Pero lo que considero mucho más importante (y que les produce muchísima rabia, por no mencionar la palabra venezolana correcta) es que la gente está sintiendo que nuestra propuesta es coincidente con la genuina aspiración de las grandes mayorías de venezolanos: primero hay que sacar de raíz al régimen de Maduro y sus delincuentes antes de que alguien se atreva a pedirnos un proceso electoral con Maduro o cualquiera de su séquito de delincuentes. La Consulta Popular que hemos planteado es eso y si es tergiversada por algún interés presidencialista de cualquier líder político, difícilmente será seguida por los venezolanos.

ANCO no renuncia a los espacios de lucha, en especial a aquellos donde puede hacer algo para que nuestra propuesta se materialice. De allí que declarara al país en los siguientes términos: “ANCO ratifica su compromiso con el país y no abandonará nunca su puesto de lucha en cualquier instancia donde podamos defender los valores y principios que han motivado la participación protagónica del pueblo en la solución de la grave crisis que aqueja al país para el rescate de la libertad y la democracia de Venezuela”. Ese es nuestro compromiso en ANCO.

Ahora bien, sin ser la Consulta Popular el fin último de ANCO como organización de la Sociedad Civil, es sin lugar a dudas un hito fundamental para el desarrollo de nuestra propuesta principista de cambio estructural y haremos hasta donde podamos, lo que sea necesario constitucionalmente para lograr que esta se realice de acuerdo a lo propuesto. Este capítulo en la vida del país todavía no concluye y su éxito dependerá de la presión que ejerzamos todos nosotros para lograr que este instrumento no sea tergiversado y pueda ser verdaderamente útil a los fines del desplazamiento del régimen, como lo exigimos todos los venezolanos. De nuevo lo afirmo personalmente para que no quede ninguna duda: no estaré allí si no es así…

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