Educación, tecnología y empoderamiento

Opinión | septiembre 1, 2020 | 6:18 am.

La educación es la base de toda sociedad desarrollada. Bien lo decía el pensador español Antonio Escohotado quien afirmaba: «la riqueza de un país no se encuentra en su subsuelo o en sus minas, está en la educación de sus ciudadanos; cuando existe un hombre aun teniendo la oportunidad de robar y no roba, o dando los ‘buenos días’ o ‘por favor y gracias’, allí está la riqueza de las naciones».

La formación es pieza fundamental del progreso de la ciudadanía. Una sociedad educada es fuerte, consciente y creadora de cambios positivos.

Bien lo aseguraba el Libertador, Simón Bolívar, cuando escribía aquello de que un «pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción». Es decir, cuando se carece de una sociedad educada, preparada y formada se corre el riesgo de perderse en sus propios errores.

A la par, la tecnología juega un papel complementario a la educación, y en sí mismo forja canales para optimizar el otro aspecto de vital importancia para el futuro de las sociedades: La Participación.

Gracias a la tecnología los mecanismos de educación se han optimizado, el acceso a la información se ha democratizado, la libertad de expresión se extendió y se fortaleció. Además, la era de innovación ha traído consigo nuevas formas de participación en temas sociales.

Sin embargo, en la actualidad vivimos una coyuntura atípica. Debido a la pandemia producida por el Covid-19, los procesos de educación formal se están viendo afectados, la cuarentena impide que la formación en las tradicionales aulas de clases se pueda materializar.

Pues bien, el mundo avance en la consolidación de la educación a distancia, apoyándose en el internet y mecanismos como las aulas virtuales, Zoom, Whatsaap y otros medios digitales. No obstante, la viabilidad de estos mecanismos es alta en Estados Unidos o en Europa, mas no en América Latina.

Las fallas de conectividad, los grandes cinturones de pobreza donde miles de hogares carecen de computadores o teléfonos inteligentes, imposibilitan la ejecución de un programa eficiente y efectivo de educación online.

Esta realidad lleva a resaltar el papel capacitador y educador de los padres y representantes, de la innovación de mecanismos de educación en las comunidades, bajo los más estrictos protocolos de seguridad ante el Coronavirus. Además, toma un rol determinante la familia como órgano natural y primario en la educación y formación de criterio de los individuos.

Solo así, en nuestros países, podremos avanzar en el empoderamiento ciudadano a través de la formación de niños, jóvenes y adultos, y de esta manera avanzar hacia sociedades más desarrolladas.

El reto es seguir adelante, sin miedo.

@malemalaver

Miembro de la Directiva Nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela