La Fuerza Armada debe asumir su responsabilidad

Opinión | julio 27, 2020 | 6:23 am.

El 24 de julio de 1783 nació El Libertador Simón Bolívar. El mismo día, 40 años después, se produjo la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, evento decisivo para el logro de nuestra independencia. Por ese motivo también se conmemora el día de la Armada venezolana.

Creo necesario dirigir un mensaje a los militares venezolanos que, aspiro, cuente con la comprensión del mundo civil.

Es obvio el divorcio existente entre ambos mundos. Pero debemos escudriñar un poco y cesar en generalizaciones que no se compadecen con la realidad. No intento acudir a la lisonja pero tampoco voy a desconocer un hecho concreto: en la lucha por la liberación de nuestra Venezuela y, luego, cuando hayamos salido de esto e iniciemos un proceso de transformación nacional, tendremos a esta Fuerza Armada. ¿Que serán necesarios cambios en su conducción? Claro que sí. ¿Que quienes hayan cometido delitos deberán ser sometidos a la justicia? Así tendrá que ser. Pero que sus integrantes serán los que hoy allí están no me queda duda. Entonces a ellos tenemos que dirigirnos.

Comienzo por hacer notar el rol constitucional que debe jugar la Fuerza Armada Nacional que, según el artículo 328 de nuestra constitución, es “…una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar,”… “En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna.” La misma Carta Magna, en su artículo 330, prohíbe a los integrantes de la Fuerza Armada Nacional “participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político”. Que algunos de sus miembros hayan violentado esas normas, nos hace exigirle, a todos, el apego y cumplimiento al texto constitucional. A la constitución se deben y acatándola podríamos lograr nuestros objetivos de democracia y libertad.

La situación interna de la Fuerza Armada Nacional no dista de la misma tragedia que vivimos los venezolanos: Un reducido grupo de oficiales gozan de privilegios, viven bien, con varias casas, varios carros, otras propiedades, viajes, no les falta el oro, la comida o el crédito bancario. Mientras tanto, la gran mayoría de la tropa alistada, de la tropa profesional y de los mismos oficiales, subsisten con bajos sueldos, hambre, fallas graves en la seguridad social, pidiendo colas para trasladarse, si se enferma un familiar no tienen como responder. Agreguemos a esto la alta incidencia del coronavirus en las filas militares.

A muchos militares venezolanos los persigue el G2 cubano hasta en su vida privada, el Sebín para ejercer control político, la DGCIM para el control militar, los colectivos para ejercer un control civil y la delincuencia organizada. Cientos de militares detenidos y torturados, miles en el exilio. En este contexto surge el testimonio del Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo quien en manos de la DGCIM fue torturado hasta la muerte. ¿Cómo es posible que el oficial Alexander Enrique Granko Arteaga esté involucrado en la mayoría de los abusos, tropelías, torturas, persecución y muerte y su recompensa sea un ascenso de número uno?

Y en medio de esta compleja situación la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional, a través de Alvaro Díaz Tarazona, alias Edward, reconoce en un video sus vínculos con Maduro y su dictadura. ¿Cómo puede permitirse esta relación? La guerrilla ha sido el enemigo histórico de la Fuerza Armada Nacional, ¿Cómo es eso que ese enemigo histórico es aliado de la dictadura? ¿Cómo algunos militares se prestan para soportar esa alianza? ¿Cómo es que esa guerrilla que asesina a militares venezolanos tiene un pacto con Maduro? ¿Y la relación con grupos terroristas internacionales?

En marzo de 2012, asalto en Baritalia, municipio Junín del estado Táchira, un teniente y un sargento segundo muertos, un sargento primero herido. ¿Autor? ELN

Julio de 2018, emboscada en el municipio Catatumbo del estado Zulia. Mataron a un teniente del ejército. ¿Autor? ELN. Ese mismo mes en Caño Medio, Machiques de Perijá, una bomba antipersona del ELN explotó quitando la vida a un sargento segundo y dejando heridos a varios militares.

Noviembre de 2018, municipio Atures del estado Amazonas, 3 sargentos asesinados y 10 oficiales heridos en manos del ELN. Y esto sólo por mencionar algunas referencias.

La Fuerza Armada Venezolana debe combatir a la guerrilla del ELN, de la FARC, del Frente Bolivariano de Liberación Nacional (guerrilla venezolana creada bajo el amparo de esta dictadura), a los grupos paramilitares y al terrorismo internacional. Debe recuperar su rol institucional de seguridad y defensa de la nación. Debe cuidar nuestras fronteras y el Esequibo, enfrentar a quienes han convertido el Arco Minero en la afrenta más grave en contra de nuestra integridad territorial, con un profundo daño ambiental, a nuestras etnias y a las generaciones futuras. ¡Asuman su responsabilidad, regresen a la institucionalidad, recuperen la confianza del pueblo venezolano!

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@JuanPGuanipa