Pandemia de terquedad

Opinión | abril 28, 2020 | 6:30 am.

Una epidemia de terquedad se ha extendido. Ya es una pandemia. Al igual que el coronavirus, la terquedad ataca más en unos países que en otros. Este virus pasara más temprano que tarde. Ojalá también pase la terquedad de quienes se niegan a dejar el poder ante el fracaso y rechazo de la población, así como la terquedad de quienes persisten en querer imponer su “solución” para que ocurra un cambio.


Perseverar es una virtud. Terquedad es un defecto. Terquedad es insistir en que el cambio tiene que producirse por una intervención militar extranjera, a la que ningún país está dispuesto. Terquedad es no entender que el régimen cuenta con el soporte de la fuerza. Terquedad es desconocer el papel de la Fuerza Armada. Terquedad es no reconocer que cuando no se puede imponer algo es necesario intentar negociar. Terquedad es porfiar en que se tienen más fortalezas de las reales. Terquedad es la posición de quienes sostienen al régimen de no negociar a pesar de que no tiene vida.

Terquedad es insistir en que en la inevitable transición podremos lograr todo lo que deseamos. La realidad indica que, por ahora, no se podrán efectuar todos los cambios a que aspiramos, ya que algunos requieren reformar la Constitución. Tampoco se podrá castigar a todos los culpables de violar la Carta Magna, con un Comité de Salud Pública tipo Robespierre. Lo prioritario en la transición es reactivar la economía y mejorar los servicios públicos. Aunque no guste, será necesario identificar la justificación de subsidios en ciertas áreas. Por ello la transición no puede ser corta, ya que si no resuelve algunos problemas la vida del nuevo gobierno será efímera.

Aunque la industria petrolera está muy deteriorada y los precios permanecerán relativamente bajos, esa actividad es fundamental para iniciar la recuperación de la economía. Hay que diferenciar entre Pdvsa y algunas de sus Empresas Mixtas. La primera está muy maltrecha y actualmente la mayor parte de la producción viene de las Empresas MIxtas.

Reconstruir la Pdvsa de la etapa meritocrática es inviable, pero tampoco es viable desaparecerla de un plumazo. Al respecto, un grupo de profesionales ex trabajadores del sector, entre ellos de Gente del Petróleo y de Unapetrol, han elaborado un Plan Táctico de Emergencia para el momento en que se inicie la transición. El mismo mantiene al personal con experticia que labora en la empresa, incorpora a gente con experiencia y se desprende de los que no aportan valor. Constituye una hoja de ruta para las nuevas autoridades.

Algunos distinguidos profesionales predican, con sólidos argumentos, que hay que privatizar todo el sector petrolero. Esta es una decisión que corresponde a la Asamblea Nacional, previa reforma de la Constitución, lo que requiere tiempo y consenso. Mientras tanto hay que parapetear las instalaciones de Pdvsa y dar más libertad a las Empresas Mixtas. Un primer paso es reformar la Ley de los Hidrocarburos para disminuir el porcentaje de participación del Estado en esas empresas y flexibilizar los impuestos acorde con el tipo de petróleo y a su costo de extracción. Es poco probable que se alcance la meta de producir seis millones de barriles diarios de petróleo contemplada en planes que deben ser revisados. También será difícil hacer realidad la iniciativa de transferir parte de la ganancia petrolera directamente a todos los ciudadanos. Fueron propuestas interesantes antes de la destrucción del país.

Con respecto al mercado interno de los combustibles, no es lógico que ocasione pérdidas. Pero la crisis actual no es el momento adecuado para eliminar el subsidio y privatizar el negocio. Las refinerías pueden y deben ser reacondicionadas. El gobierno de transición tendrá que tomar decisiones.

Una vez que se logre reactivar la economía y estabilizado el gobierno de transición, debe abrirse un debate nacional sobre si conviene redactar una nueva Constitución o realizar una reforma. Un punto importante es el referente a que la empresa privada explore y extraiga petróleo sin necesidad de asociarse con Pdvsa. Eso sería lo deseable, pero debe haber consenso político para disminuir el riesgo de cambiar las reglas de juego cada vez que se altere la correlación de fuerzas en la Asamblea Nacional. Por otra parte, actualmente el ambiente indica que el sector político quiere mantener a Pdvsa con los cambios que hagan falta. Por ello es una terquedad insistir en que debe desaparecer.

Concentremos los esfuerzos en lo que es posible. Es factible vencer la terquedad de Maduro de aferrarse al poder. También lo es lograr una transición negociada, reactivar la economía y realizar una reforma parcial a la Ley Hidrocarburos que permita aumentar la producción. Para lograr esto hay que dejar la terquedad.

Como (había) en botica: Tal día como hoy, hace 75 años, fue fusilado Benito Mussolini. Por terco no aceptó una transición ante una guerra que tenía perdida. El narcorégimen quiere destruir Polar, Plumrose y Coposa ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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