Chavismo-19

Opinión | marzo 20, 2020 | 6:26 am.

La letalidad del Covid-19 en Venezuela no es producida por el virus en sí. Es potencialmente letal por la destrucción (por negligencia y corrupción) del sistema público de salud, otrora uno de los mejores de la región. También lo hace poderosamente mortal la ausencia del servicio de agua, la falta de inversión en este sistema agrava enormemente la situación, pues la higiene es fundamental para combatir esta pandemia.

Del mismo modo, resulta trágico la inconmensurable cantidad de médicos que se han ido del país huyendo de la crisis económica originada por el socialismo del siglo XXI. A pesar de todas las vicisitudes, la medicina venezolana mantiene excelentes niveles gracias a los docentes universitarios, personas con vocación real, comprometidos con el país. Esos profesionales de la medicina hoy estarían al frente en la lucha contra el coronavirus o Covid-19.

Lo propio ocurre con nuestra educación, ciencia y tecnología. El pénsum educativo ha sido elementarizado. El sistema trata de ideologizar a nuestros niños convirtiéndolos en militantes, no en ciudadanos críticos, preparados. La iniciativa privada, los emprendimientos, la investigación, han sido prácticamente anulados. Desde época de Chávez fuimos entregados a China en términos de ciencia y tecnología, no en cuanto a intercambio o transferencia, sino como simples compradores, ensambladores.

Sí el chavismo no hubiese infectado nuestra adorada patria, probablemente en Venezuela se estuviese investigando para combatir al virus como en tantos hallazgos médicos en que se destacó nuestro país antes del socialismo del siglo xxi.

Aunque la escasez de alimentos ha mermado, el régimen tuvo que entregar esta industria al dólar paralelo tras haber arruinado intencionalmente la producción nacional por el usufructo de las leoninas importaciones. Los niveles de desnutrición se mantienen alarmantemente elevados. La inmensa mayoría de los habitantes de este desnaturalizado país no tiene acceso a ellos por sus elevados precios. La mala alimentación, la escasez de medicinas que aún se mantiene, son factores decisivos a la hora de enfrentar coyunturas graves de cara al Covid-19.

No termina allí. La escasez de gasolina y gas son las guindas que faltaban. Para que nos demos cuenta, Venezuela, siendo eminentemente petrolera, no cuenta con estos dos derivados de ese mineral, lo que refleja el poder destructivo de quienes nos conducen. Pdvsa ha estado herméticamente en manos del chavismo desde hace más de 20 años, no puede endilgar culpas a terceros.

Para colmo de males, el régimen castrista venezolano ha implementado una cuarentena que, siendo sinceros, luce correcta procedimentalmente hablando, pero en la realidad es una calamidad. Una condena para una nación donde nadie puede sobrevivir de un sueldo y está obligado patear calle para suplir las necesidades del día a día, principalmente la alimentación, pues la ropa, calzados, medicina, recreación, el ahorro, son un incosteable lujo. La cuarentena agrava la coyuntura.

La política se ha convertido en un show. En un entretenimiento manejada a su antojo por quienes controlan por medio de la violencia los recursos, las instituciones, las armas, el flujo informativo.

Tuvo que llegar este virus para que nos diéramos cuenta de las secuelas del tercermundismo que Chávez y sus herederos populistas han inoculado todos estos luengos años. Sí con todo lo que hoy queda al descubierto en torno al Covid-19 los venezolanos no decidimos cambiar, el castrismo se quedará en Venezuela por siempre.

@leandrotango