
Trataron por muchas vías de mantener el culto al caudillo. Se intentó elevarlo a la categoría de mártir. No funcionó. Se cumplió fielmente aquello de que "el muerto al hoyo y el vivo al bollo".
Entonces cuando ya es historia ahora se emite una proclama: "Aquí no se habla mal de Chávez", cuando lo cierto es que ya no se hablaba de Chávez, ni bien ni mal.
Un buen intento por revivir al muerto. Ahora algunos, tampoco muchos, de los que ya no hablaban de Chávez vuelven a hablar, mal, pero lo recuerdan con más frecuencia, que me parece que es lo que se busca.
Yo, la verdad, prefiero pasar de ese jueguito de psicología barata.
Por supuesto, cada quien que haga lo que le salga de la punta del pepino.