Se cumplen 30 años del segundo Golpe de Estado fallido contra CAP

Opinión | noviembre 30, 2022 | 6:22 am.

Este 27 de noviembre de 2022 se cumplieron 30 años del segundo intento fallido de Golpe de Estado contra el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. En esa oportunidad los dirigentes más destacados fueron los militares Hernán Gruber Odreman, Luis Enrique Cabrera Aguirre, Luis Reyes Reyes, Francisco Visconti Osorio; también tuvieron destacada actividad los dirigentes de los partidos políticos Bandera Roja y Tercer Camino de Douglas Bravo.

En la madrugada del amanecer del 27 N, los militares rebeldes tomaron el Canal 8, Venezolana de Televisión, así como el aeropuerto La Carlota. El objetivo era capturar a CAP y nombrar una junta cívico militar como gobierno de transición.

Dentro de los planes también estaba liberar al Comandante Hugo Chávez Frías, quien se encontraba encarcelado, por el primer fallido Golpe de Estado del 4 de febrero del mismo año, junto a Diosdado Cabello y otros militares rebeldes recluidos en la prisión de Yare, ubicada a 50 kilómetros de Caracas.

“El hombre de la franelita rosada lo inmortalizó José Ignacio Cabrujas”

La noche del jueves 26 de noviembre se celebraba la preventa de comerciales del Canal 8. Su presidente Manuel Felipe Sierra y la directiva se encontraban en el salón principal compartiendo con los publicistas y empresarios anunciantes que compran los espacios de TV para las cuñas, la publicidad y los anuncios comerciales. Esa noche acompañé al presidente del Canal. La preventa fue un éxito, nos retiramos pasada las 10 pm, todo estaba aparentemente en calma, normal.

Lo que menos podía imaginarse es que dentro del público asistente estaban los golpistas, quienes se camuflaron y ubicaron en sitios estratégicos, pasada la medianoche tomaron el canal por asalto.

Entre las tres y cuatro de la madrugada me llama Douglas Gómez y me dice prende el Canal 8, están leyendo un remitido, tomaron la televisora, hay un Golpe de Estado. Prendo la televisión y me percato que quien está leyendo un remitido, todo nervioso vestido con una franela rosada, había sido un dirigente estudiantil de la Universidad de Carabobo, a quien llamaban “La lapa”.

De inmediato llamo a Manuel Felipe y lo pongo alerta de lo que está sucediendo, a la vez que le digo que salga rápido de su casa, que voy a buscarlo porque él puede ser un objetivo. El “Movimiento 5 de Julio” había tomado por la fuerza las instalaciones de VTV, los rebeldes se habían dirigido al país, en la pantalla del televisor todos recuerdan el gordito de la franelita rosada a quien José Ignacio Cabrujas inmortalizó (Diario de Caracas, 6 diciembre 1992), llamando al pueblo a la calle para apoyar la insurrección cívico militar contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, y le hicieron un llamado a los militares para que depusieran las armas.

“Mario, búsquese un juez y un Fiscal del Ministerio Público”

Todas las calles estaban militarizadas. Logramos pasar por la autopista frente al aeropuerto La Carlota en medio de una balacera. Hoy reconozco que fue una gran irresponsabilidad haber expuesto así, no medí las consecuencias. Entendí que el presidente debía asumir el Canal. No nos daban paso a Los Ruices, Manuel Felipe insistía en entrar, al final recibieron una orden de Miraflores y dejaron pasar al presidente de VTV con su abogado.

En la garita principal estaba el vigilante Vegas, baleado, tirado en el piso sin vida. En el salón principal había otros muertos, en el techo y en el piso estaban regados los sesos y las vísceras de los hombres que habían sido asesinados esa triste noche, las paredes parecían un colador de huecos y todo estaba destrozado. Debo confesar que estábamos consternados ante dramático hecho.

Hubo un cruce de palabras entre el presidente Sierra y el militar, ya que Manuel Felipe insistía en que había que dejar constancia de lo sucedido y el castrense señalaba que eso formaba parte del secreto militar, el presidente le dice: “Lo responsabilizó a Usted de lo que le pase a esos muchachos, de todo lo sucedido que se encarguen los tribunales de justicia”.

Manuel Felipe dice: “Mario, búsquese un Juez y un Fiscal del Ministerio Público, vamos a hacer una inspección judicial para dejar constancia de los muertos y los destrozos”.

Llamé a varios jueces pero la mayoría se excusó. El Juez  25 Penal de Caracas que hizo la inspección judicial fue el doctor Cristóbal Ramírez Colmenares, a quien fui a buscar con un salvoconducto y lo traje  junto a fiscales del Ministerio Público y un representante de la Cruz Roja.

Se dejó constancia de todo,  se respeto y protegió la vida de los rebeldes. Fueron presentados a tribunales y en menos de dos años todos salieron en libertad. Muchos de ellos han sido gobernadores, ministros, embajadores, diputados, empresarios, etc. En un Estado de Derecho eso es lo que se hace, ya que todos los ciudadanos indistintamente de quien sea, inclusive los criminales más grandes del mundo, tienen derecho a un juicio justo, a ser oído, con todas las garantías de la constitución y las leyes.

“Esos muchachos me deben la vida, hicimos valer el honor del hombre caído”.

Eran las 5 y 30 de la madrugada todavía estaba oscuro. En un pasillo del estacionamiento del canal de Los Ruices estaban amarrados los militares. Eran aproximadamente 20 hombres que formaban parte de los insurrectos rebeldes que habían sido apresados por los militares, unos con uniforme de camuflaje y otros de civil, muchos de ellos golpeados y con los soldados encima rodeándolos y apuntándole con los fusiles.

En ese momento se da un cruce de palabras fuertes entre el presidente de la televisora y el General encargado de la retoma del canal.  “General, no permito que en este canal de televisión donde yo soy el presidente, masacre, ni golpeen, ni maten a nadie. Esos muchachos ya se rindieron, están entregados, ya son prisioneros de guerra, hay que respetarle sus derechos humanos”, “General, honor al caído, estos muchachos merecen respeto a su vida”.

Los militares habían hecho la retoma del canal con una arremetida feroz, logrando rescatarlo y doblegar a los insurrectos, algunos se rindieron, otros se entregaron o fueron capturados, lo cierto es que en el momento que hicimos acto de presencia, ya eran prisioneros. Tiempo después Manuel Felipe, me dijo “Esos muchachos me deben la vida, hicimos valer el honor del hombre caído”.

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