¿En serio abandonaron la estrategia insurreccional? Porque no parece

Opinión | agosto 31, 2022 | 6:26 am.

Omar Barboza
Secretario Ejecutivo
de la Plataforma Unitaria
Ciudad.

Me dirijo a usted, y a través suyo a la llamada Plataforma Unitaria, a los fines de formularles los siguientes planteamientos:

Venezuela ha observado con interés, y no sin sorpresa, cómo ese sector de la oposición cuyo hegemón es el llamado G4, luego de propiciar la abstención, y protestas violentas, y golpes de Estado, e intervenciones militares extranjeras, y sanciones contra el país y su pueblo, y etc., etc., ha abandonado la estrategia abstencionista y ha anunciado su participación en los comicios de 2024.

Ello ha ocurrido, no obstante, sin explicación suficiente y sin dar cuenta de una reflexión autocrítica que pueda dar testimonio de un cambio profundo, esencial y verdadero, es decir, del claro abandono de la estrategia insurreccional y de la asunción plena de la que por muchos años hemos llamado la ruta democrática. Más bien, abundan evidencias exactamente de lo contrario.

No basta sumarse a una estrategia electoral para abrazar a plenitud la ruta democrática. Ésta es mucho más que acudir a elecciones. Incluye, entre otros aspectos los siguientes:

• Asumir el diálogo y la negociación no como una táctica para ganar tiempo sino como una estrategia que asume la coexistencia con el otro y su reconocimiento.

• La aceptación de los Poderes Públicos existentes a partir de los cuales y con los que se adelantarán los cambios que el país reclama, y la explícita disposición a cohabitar con ellos.

• Esto implica desechar la política del doble poder, eso del dizque “interinato” y demás delirios y babiecadas: si no dan por formalmente terminada esta patética ficción, ¿cómo pueden hacer política con los pies en la tierra?

• La idea por tanto de una transición pactada entre gobierno y oposición, sin importar quién ocupe uno u otro campo.

• El abandono de la perniciosa idea de derrocamiento del gobierno.

• El abandono de la política confrontacionista.

• La convicción de ser oposición de Estado y no oposicionismo subalterno.

• La ruptura con todo tutelaje extranjero, al que, según puede observarse, siguen ustedes penosamente atados.

• La renuncia a la infame política de las sanciones contra el país, incluyendo la confiscación de bienes de la república en el exterior, como instrumento de lucha.

Imposible que un venezolano que sea un demócrata a cabalidad pueda confiar en ustedes de no mediar el compromiso pleno con la ruta democrática, algunos de cuyos elementos he relievado.

Pero es que varios de quienes integran la autocalificada Plataforma Unitaria, en especial destaco a Juan Guaidó y Voluntad Popular y María Corina Machado y Vente, más bien pregonan exactamente valores contrarios.

Sólo mencionaré algunos:

• Seguir varados en la estúpida pantomima de la “Presidencia (interina)”, de la “Asamblea Nacional legítima” que sería la electa en 2015 (y más que fenecida a todos los efectos prácticos en 2020), y de los otros supuestos Poderes paralelos, lo que de hecho ratifica la línea insurreccional que tanto daño hizo este último lustro al país, a los venezolanos y a la propia oposición.

• Celebrar decisiones contra los bienes de la república, como hizo Guaidó con la adoptada en Londres acerca del oro de Venezuela, en contradicción flagrante con lo rubricado por ustedes en México en el sentido de reconocer “la necesidad de rescatar y recuperar los activos pertenecientes a Venezuela así como el dineros y riquezas que se encuentran en el exterior, necesarios para la recuperación económica en la post pandemia».

• Aceptar la postulación como precandidatos a sus exclusionistas primarias de políticos inhabilitados, en una clara muestra de que se sigue con una política confrontacionista y no de coexistencia y cohabitación, como se requiere. Postulaciones como las de Guaidó y Machado, y otras muchas de muy menor significación, parecen desconocer el hecho rotundo, de enormes consecuencias políticas, de que un eventual presidente de oposición a partir de febrero de 2025, gobernaría frente a: una Asamblea Nacional con mayoría del PSUV, un TSJ controlado por la corriente política que encarna el chavismo-madurismo, muy probablemente un Fiscal y un Contralor exmilitantes de aquel partido, y 20 gobernadores y más de 200 alcaldes oficialistas, por no hablar de una Fuerza Armada con una honda raigambre cultural chavista.

¿En serio abandonaron la estrategia insurreccional? Porque no parece

Yo le pregunto a la Plataforma Unitaria: ¿estas declaraciones aludidas más arriba cuentan con su complacencia y aprobación?  ¿Todo esto indica que esa oposición se mantiene en la estrategia del gobierno paralelo? ¿Cómo es que se va entonces a las elecciones de 2024? ¿Sin reconocer al gobierno que se ejerce tangiblemente desde Miraflores? ¿Creen en serio que incluso ganando las elecciones de 2024 una estrategia confrontacionista pueda tener éxito en el entorno hostil que hemos descrito? ¿Van a repetir la misma comedia de las equivocaciones que propiciaron de 2016 a 2020? ¿Pueden quejarse de que los inhabiliten si se declaran en rebelión contra el poder?

Eso es lo mismo que la queja del PCV y del MIR en los ’60 cuando se les inhabilitó luego de que habían aprobado la línea de la lucha armada para derrocar a la fuerza al gobierno democrático de Betancourt, protagonizado dos alzamientos militares en Carúpano y Puerto Cabello, e invitaban a un golpe de Estado: ¿no tenía razón el régimen democrático de ilegalizar a esos partidos, clausurar sus periódicos y encarcelar a sus diputados? Lo que es igual no es trampa, señores.

Nadie quisiera inhabilitaciones por razones políticas de ningún tipo; más bien quisiera uno un proceso de reconciliación que incluya amnistía y perdón por los delitos que por razones políticas se pudiesen haber cometido (como se hizo con los guerrilleros de los ’60 y los alzados del 4F y del 27N…), pero es difícil no comprender que se inhabilite a quien celebra decisiones de otro Estado contra Venezuela, y que se sigue declarando como otro poder y, lo que es peor, cuya única fuercita le viene dada por el apoyo injerencista de gobiernos foráneos.

Señores del G4: si reconocieron que fue errada la política extremista y abstencionista que impulsaron de 2016 a 2021; si han aceptado dialogar con un gobierno al que reconocen de hecho; si van a unas elecciones como las de 2024 dentro del régimen político imperante, ¡por favor!, pónganle fin a ese esperpento al que siguen llamando dizque “Presidencia (interina)” y demás paralelismos bufos a su rededor. ¡Ya basta de aventurerismos! ¡Un poco de seriedad!

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