Chile se merece un candidato de derecha como Kast

Opinión | noviembre 23, 2021 | 6:28 am.

«La ultraderecha y la izquierda se disputarán la presidencia de Chile” Es la interpretación del progresismo español representado por el periódico El País, la voz de la burguesía española bienpensante, para la cual a izquierda está libre de toda sospecha. La derecha no existe sino en su forma más repudiable: es ultra. Poco importan los hechos, incluso las declaraciones: si es de derecha, es ultra. Vale decir: extremista, antidemocrático, golpista.

La izquierda, en cambio, nunca es ultra. Así, detrás del candidato izquierdista chileno se encuentren reunidas todas las fuerzas de la ultra izquierda chilena, desde el MIR al Partido Comunista y los radicales castristas del socialismo chileno. ¿Por qué razón el candidato del liberalismo chileno José Antonio Kast es de “ultraderecha” y Gabriel Boric, el candidato del socialismo chileno, sólo es “de izquierda”? Porque así lo quiere el ultra progresismo español.

Que José Antonio Kast es de derecha nadie lo niega. Y es altamente satisfactorio que en un país que lleva medio siglo en brazos de las concertadas fuerzas del centro político, es decir: la Democracia Cristiana y el Partido Socialista, la ciudadanía haya decidido darle su respaldo mayoritario a un candidato que no sólo es de derecha, sino que proclama serlo. Ante una ciudadanía que reclama paz y orden, precisamente los ejes de la política de Kast. ¿Que esos son valores de la “ultraderecha”? Pues bienvenida sea la ultraderecha. Es el mensaje que nos dejan las elecciones chilenas.

Es el principal resultado de estas presidenciales chilenas: dar por muerto y fallecido el viejo escenario político dominado desde la caída de Pinochet y el ascenso de la Concertación Democrática, representada por democristianos y socialistas, reconocer la polarización en que ha desembocado la situación chilena, acorde con la tradicional polarización democrática entre izquierdas y derechas, dominante en todas las democracias del orbe, y aceptar que a una nueva situación política corresponden nuevas fuerzas políticas. Entre ellas, la Nueva Derecha representada por Kast. Bienvenida sea. Comunistas, socialistas y radicales tendrán que asumir las consecuencias y ver manera de modernizarse, para estar acorde con los nuevos tiempos. Para algunos asustadizos de la tradicional escena política, esos nuevos tiempos serán “malos tiempos”. Imposible que sean peores que los actuales.

Entre tanto, países que necesitan un urgente rejuvenecimiento político y que requieren la emergencia de una derecha liberal, de la que carecen, insisten en negarse a dar el paso y salir del callejón sin salida de Estados fallidos, democracias populistas y dictaduras trasnochadas, como es el triste caso de Venezuela. ¿Qué espera María Corina Machado para declararse de derechas y salir al ruedo con las armas del liberalismo progresista en la mano? ¿A qué esperan los venezolanos para mandar al traste a sus viejas querencias y arriesgarse a entrar al competitivo juego de partidos renovados?

José Antonio Kast ha respondido a la necesidad que sienten los chilenos por ver representados sus anhelos de una democracia liberal, moderna y progresista y ha recibido la recompensa de una masiva votación que lo convertirá, sin duda ninguna, en el próximo presidente chileno. Un auténtico derechista libre de complejos, no un banquero negociante y tramposo, dispuesto a negociar las ideas por una tarjeta de crédito.

Esperemos que esa derecha no se travista de izquierda, como la del actual gobernante. Y que su ejemplo trascienda las fronteras. Es nuestra esperanza.

Es la primera vez que un país como Chile, que tuvo una tradicional derecha, incluidos unos cuantos presidentes de la república, como Jorge Alessaandri Rodríguez, acepta la presencia protagónica de un político que se reconoce abiertamente y sin complejo ninguna como de derechas. Bien por Chile. Se lo merecía.

@sangarccs