El problema de Monómeros es mucho más complejo que la politización de la empresa: Carmen E. Hernández

Economía El Mundo | octubre 5, 2021 | 3:59 pm | .

La expresidenta de la Junta Directiva de Monómeros Colombo-Venezolanos S.A., Carmen Elisa Hernández, publicó el domingo pasado una carta abierta a la opinión pública en la que defiende su trayectoria y actuación en la empresa, y rechaza ser la mano derecha de Leopoldo López – ataque que considera machista.

Da también su versión de una reunión mencionada por Humberto Calderón Berti como evidencia de la politización de Monómeros

Dice Hernández: «Si bien dicha reunión no fue una sesión formal de Junta Directiva sino una reunión de trabajo, el ingeniero Calderón Berti ha cuestionado la presencia del señor Manuel Rosales, cuando Io medular de Io ocurrido en esa reunión no fue quienes estaban presentes. Lo relevante fue el tono en que se llevó la misma, que no condujo a lograr entendimientos entre los representantes del accionista y algunos miembros que conformaban esa primera Junta Directiva».

Cree además que la politización excesiva en la conducción de Monómeros es «parcialmente cierto, pero la realidad es mucho más compleja».

«En la situación de crisis de hoy, concurren problemas históricos como la falta de mantenimiento; el cierre de las fuentes crediticia; el aumento desbordado del costo de las materias primas; y mucho otros, a Io que viene a sumarse el creciente deterioro reputacional de Monómeros, producto de las dificultades derivadas en su contexto corporativo y comercial por su relación con el régimen».

Termina señalando que está a la orden para responder cualquier pregunta ante el Gobierno de Colombia como el de Gob. Interino.

A continuación el texto de la carta:

Mediante nombramiento en Gaceta Legislativa del 27 de marzo de 2019, fui designada como miembro principal de la Junta Directiva de Monómeros Colombo Venezolanos S.A por la legítima Asamblea Nacional de Venezuela, junto a otros 5 miembros principales y 5 suplentes. En mi caso, mi nombramiento siempre fue en calidad de Director principal.

En octubre de 2019, fui designada Presidenta de la Junta Directiva, funciones que mantuve hasta el día de mi renuncia el pasado 12 de septiembre de 2021.

Mi nombramiento se fundamentó en mis credenciales personales y profesionales, las cuales comprenden una trayectoria laboral de 14 años en Pdvsa, experiencia como consultora gerencial en Venezuela y otros países de América Latina, siete años como Directora General de la Alcaldía de Baruta, como servidor público, miembro de organizaciones sociales dedicadas a impulsar los procesos migratorios en Colombia y emprendiendo en el exilio, aportando mis conocimientos en el área de desarrollo humano, gobierno corporativo y procesos gerenciales de alto nivel, todas desempeñadas con altos estándares de transparencia y profesionalismo.

Desde hace muchos años no tengo adscripción política. A mi salida de Pdvsa, fui militante de Primero Justicia y, más adelante, por un corto tiempo, de Un Nuevo Tiempo. Nunca he sido parte del partido Voluntad Popular ni se puede afirmar que mi valor consiste en ser la «mano derecha» de Leopoldo López. Rechazo, sin titubeos, una descalificación que es falsa, reduccionista y machista.

Cuando acepté la designación para incorporarme a Monómeros Colombo Venezolanos S.A., lo hice con el objetivo de contribuir a establecer un modelo de gestión excelente, sostenible y transparente, propio de la Venezuela productiva que alguna vez operó en nuestro país. De mi gestión puedo ofrecer un balance en el que destaca un logro fundamental: haber impulsado un nuevo modelo de gobernanza, que incluyó la modernización de los estatutos sociales de la empresa, para lo cual nunca encontramos voluntad política del accionista; publicación del informe de sostenibilidad, construcción de matriz de riesgos del negocio, plan de negocios, estructura interna y consolidación de procesos de sostenibilidad basados en la reputación.

Es fundamental entender que mis funciones como miembro o como Presidenta de la Junta Directiva no fue la de operar la empresa; mis responsabilidades eran las que son propias de cualquier Junta Directiva: definir los lineamientos estratégicos, ofrecer orientación y control de la gestión en el marco de las funciones estatutarias. Tal como lo establecen los estatutos de la sociedad, la capacidad de comprometer a la empresa; la responsabilidad de las contrataciones; la representación legal ante terceros; la gestión diaria, son responsabilidades del Gerente General.

En las oficinas de Monómeros Colombo Venezolanos S.A. en Bogotá, se cedió un espacio para el funcionamiento de la Embajada de Venezuela en Colombia, atendiendo al espíritu de colaboración entre órganos del Gobierno Interino. Esto implicó un intercambio recurrente entre el ingeniero Humberto Calderón Berti y los miembros de la administración de Monómeros.

Tanto por su condición de Embajador, de empresario y experto en la actividad petrolera, Humberto Calderón Berti se mantenía próximo a la actividad de Monómeros Colombo Venezolanos S.A De hecho, tal como él ha manifestado, recomendó personas para ser nombradas en la directiva y ejercía un alto nivel de influencia en los miembros designados, a quienes conocía desde nuestra antigua Pdvsa.

Sin embargo, algunas de sus sugerencias, como la de no destituir al Gerente General, al Gerente de Comercialización y al de Finanzas designados por el régimen de Maduro; la de mantener a los contratistas cuyos contratos habían sido otorgados violando las normas de transparencia, entre otras solicitudes, algunas de ellas canalizadas a través de personas de su entorno de confianza más cercano, fueron escuchadas pero no atendidas en los términos propuestos, por considerarse contrarias a los principios que motivaban a la Junta Directiva de generar una evolución en la manera de conducir a Monómeros y romper con las irregularidades encontradas.

Calderón Berti ha hecho mención a una reunión que él presenció, en las oficinas de Monómeros, donde además de miembros de la Junta Directiva se encontraban presentes diputados integrantes de la Comisión de Energía y Petróleo de la legítima Asamblea Nacional, así como el señor Manuel Rosales que acompañaba a los diputados y otros miembros del parlamento.

Si bien dicha reunión no fue una sesión formal de Junta Directiva sino una reunión de trabajo, el ingeniero Calderón Berti ha cuestionado la presencia del señor Rosales, cuando Io medular de Io ocurrido en esa reunión no fue quienes estaban presentes. Lo relevante fue el tono en que se llevó la misma, que no condujo a lograr entendimientos entre los representantes del accionista y algunos miembros que conformaban esa primera Junta Directiva.

Sostiene Calderón Berti que los problemas de Monómeros Colombo Venezolanos S.A han sido ocasionados por la politización excesiva en la conducción de la empresa. Esto es parcialmente cierto, pero la realidad es mucho más compleja.

En la situación de crisis de hoy, concurren problemas históricos como la falta de mantenimiento, el cierre de las fuentes crediticias, el aumento desbordado del costo de las materias primas, y mucho otros, a Io que viene a sumarse el creciente deterioro reputacional de Monómeros, producto de las dificultades derivadas en su contexto corporativo y comercial por su relación con el régimen.

En este marco, debo añadir que durante todo el período en que ejercí mi actividad, nunca recibí línea política o instrucciones sobre las decisiones que debí tomar en mis funciones como miembro de Junta Directiva, de Juan Guaidó o de Leopoldo López.

Actué, decidí y recomendé siempre, en función de mis criterios profesionales y pensando en Io mejor para la empresa. Mi relación con las entidades del Gobierno Interino, es decir, Asamblea Nacional, Contraloría, Procuraduría, Centro de Gobierno, se llevaron en el marco institucional y de rendición de cuentas, cada vez que fueron requeridas y solicitadas por dichos entes del Estado.

No me cabe la menor duda de que Monómeros Colombo Venezolanos SA. exige medidas urgentes y una administración del más alto nivel técnico y profesional para continuar su camino de recuperación, salvaguardarla como patrimonio del Estado Venezolano y retribuir la confianza depositada por el Gobierno Colombiano para garantizar el desarrollo de una empresa fundamental para la seguridad alimentaria de ese país, que genera una fuente importante de empleo para Barranquilla y diversas regiones. Por esta razón, una vez más ratifico que considero pertinente, correcta y apropiada la decisión del Estado colombiano, a través de la Superintendencia de Sociedades, de tomar control de Monómeros para protegerla de las múltiples amenazas que la rodean y garantizar condiciones que le permitan operar en función de su propio desarrollo, y es por esto que una vez publicado el comunicado del pasado 6 de septiembre de 2021 donde la empresa rechazó la medida en términos fuera de lugar, decidí presentar mi renuncia irrevocable.

Estoy lista para responder a todas las solicitudes que bien considere cualquier miembro de la legitima Asamblea Nacional de Venezuela, entidad responsable de mi designación, tal cual lo he hecho en comparecencia ante la Comisión de Contraloría, así como también hice entrega de un informe detallado y exhaustivo de toda mi gestión a la Contraloría Especial.

Me encuentro en absoluta disposición de las autoridades competentes, tanto venezolanas como colombianas, para que hagan todas las investigaciones a las que haya lugar y, en este mismo sentido, espero que todos los funcionarios que hemos hecho parte del Gobierno Interino, estemos disponibles para rendir cuentas de nuestra gestión pública.

Por último, exijo que deje de utilizarse mi nombre como instrumento de ataque político y entendamos que la recuperación de la democracia requiere de deponer los egos particulares, dejar de lado las viejas prácticas políticas y dejar los ataques hacia quienes hemos entregado y arriesgado a nuestras familias por una lucha en la creemos y apostamos nuestras capacidades a un proyecto, con la ilusión de poder regresar a nuestro país a reconstruirlo con transparencia, profesionalismo y en democracia.

Carmen Elisa Hernández