Los medianamente venezolanos

Opinión | mayo 21, 2021 | 6:22 am.

El último párrafo del Artículo 293 de nuestra Constitución señala textualmente “(…) Los órganos del Poder Electoral garantizarán la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia de los procesos electorales, así como la aplicación de la personalización del sufragio y la representación proporcional”. Y lo hace no gratuitamente, sino porque los procesos electorales, el voto, es la esencia de la democracia, de allí la insustituible importancia que sean totalmente transparentes, no medianamente.

Como se imaginan, este extracto es apropósito de lo dicho por, nada más y nada menos, el vicepresidente de nuestro máximo ente electoral nacional, Enrique Márquez. Ha confesado que las elecciones del 21N serán “un proceso medianamente transparente”… y nos preguntamos, dónde estarán el Defensor del Pueblo y el Fiscal General ante semejante violación a la Constitución y ultraje a la democracia.

Después de esto: ¿Quedarán quienes, aparte de la representación del régimen, se atrevan a participar en un evento “electoral” de esta naturaleza? Imaginamos que sí, pero, y de esto no tenga la menor duda, solo participaran dos tipos de personas: la extremadamente ingenuas y los cómplices porque ningún venezolano que se dé a respetar participaría en unas elecciones donde sus organizadores confiesan va existir fraude, trampa y vicios, digo, por aquella otra mitad oscura ¡la no transparente pues!

De las trágicas elecciones en “condiciones mínimas” celebradas hasta 2015, donde ni ganando ganaba la oposición. De las “elecciones en condiciones absurdas” como las perpetradas desde 2017, donde el chavismo impone candidatos, partidos, electores y resultados, ahora pasamos a las “elecciones medianamente transparentes”… sencillamente, por aceptar la perpetración de elecciones de esta naturaleza tenemos la Venezuela de hoy, cuna de sufrimiento.

Y es así. Atención mundo: Cualquier nación que acepte procesos electorales medianamente transparentes se merece lo que Venezuela está padeciendo, así de sencillo.

No puede ser venezolana aquella persona que aún pretenda asistir y cooperar en elecciones de este tipo, a sabiendas de las desgracias que han acarreado a los habitantes de este país. Los procesos electorales están sumergidos en desinstitucionalización, con las instituciones, recursos y armas del Estado a merced de una élite de cepa castrista, que han aniquilado el poder del voto: no premia, castiga, ni genera cambios. Sean cuales sean los resultados, el chavismo siempre impone su proyecto.

Lo hemos dicho: lo electoral esta caducado. No se puede votar mientras los procesos electorales no sean totalmente transparentes, con líderes naturales y tampoco se puede tirar por la borda todo lo que la abstención, como repudio a este tipo de elecciones oscuras y a la desinstitucionalización, ha logrado: la ilegitimidad e ilegalidad internacional de quienes detentan el poder al margen de la ley y la democracia.

Sin lugar a dudas, atendiendo al verdadero legado de nuestros próceres, a nuestra historia, a nuestra esencia, ningún venezolano que se aprecie serlo enteramente se prestará a continuar apoyando acciones responsables de la destrucción de la nación.

@leandrotango