Transporte público de Venezuela, una nueva “Casa de Cambio” para los venezolanos, según AFP

Economía | febrero 5, 2021 | 12:48 pm | .

El transporte público en Venezuela se ha vuelto una nueva opción para los venezolanos al momento de conseguir bolívares en efectivo, quienes con un simple billete de 1 dólar, obtienen fajos de bolívares en efectivo.

 De acuerdo a la investigación realizada por AFP, la agonía del dinero en efectivo ha hecho que los choferes de transporte público, quienes tienen más fácil y rápido acceso a bolívares, lo cambien con los pasajeros quienes necesitan efectivo para cubrir el transporte público.

“Nos hemos convertido en casas de cambio”, comentó a AFP Marcelo Moreno mientras conducía su buseta en Caracas.

Siete años en recesión lleva la economía en Venezuela, donde el billete de mayor denominación (50.000 bolívares) apenas equivale a 0.3 centavos de dólar, por estos motivos, los venezolanos se han refugiado en el dólar y las monedas fronterizas como el peso colombiano o el real brasileño.

Pese a que la divisa extranjera tiene control cambiario, poco a poco se evidencia una dolarización informal que la administración de Maduro ha calificado como una “válvula de escape”.

El comercio nacional se ha visto obligado a usar mecanismos de pago electrónico para incluso costear pequeñas operaciones en bolívares como comprar pan.

El uso de bolívares en efectivo ha disminuido y el sector del transporte, es el único que aún los utiliza de forma cotidiana.
Los bancos entregan un máximo de 400.000 bolívares diarios en taquilla, y los cajeros electrónicos, en su mayoría, están fuera de servicio.

“Solo da para el pasaje en las camionetas… Es para lo único que alcanza”, dijo a AFP Lisbeth Leal, contadora de 39 años que hizo fila en un banco público para recibir esos 400.000 bolívares en billetes, una cantidad con la que a duras penas, se pueden cubrir 2 pasajes urbanos.

Ante las dificultades para encontrar efectivo, los transportistas pagan por el dólar alrededor de un 30% menos de lo que marcan las cotizaciones oficiales.

La depreciación del Bolívar

Cada vez que sube (el dólar), tienes que dar más bolívares”, comentó Marcelo, quien ha sido chofer durante 3 décadas y teme que pronto llegue el momento de dejar de trabajar porque no pueda conseguir más bolívares.

El bolívar se ha depreciado un 38,14% solo en lo que va de 2021, después de perder un 95,7% de su valor en 2020. Los buses de rutas entre ciudades cobran bolívares con transferencias digitales a través de teléfonos celulares y otras alternativas digitales; sin embargo es una alternativa inviable porque congestionaría muchísimo más las paradas de autobuses.

Nicolás Maduro, quien promueve la “digitalización total” de los pagos en Venezuela, prometió a los transportistas sistemas de tarjetas magnéticas que pasan por un lector para los cobros; pero esa opción está muy lejos de ser masiva.

“No se trata de digitalizar pagos. No soluciona nada. El problema de raíz se mantiene: el Banco Central sigue monetizando el déficit (…) y el gobierno en vez de corregir los desequilibrios de la economía, los agudiza”, explicó el economista Jesús Casique.

El actual billete de 50.000 fue lanzado en 2019 y en su momento equivalía a 8 dólares, actualmente, a duras penas, no cubre ni medio centavo.

Un año antes, Maduro había impulsado una reconversión monetaria que eliminó cinco ceros al bolívar y, con ello, sacó a la calle una nueva denominación. Este proceso también lo había realizado en el 2008 Hugo Chávez.

Casique cree que es inminente una nueva reconversión monetaria.

No todos tienen acceso a dólares

El 65,9% de las transacciones comerciales en Venezuela se hacen en dólares, pero la mitad de la población no tiene acceso a ellos según Ecoanalítica.

“Muchos quedan excluidos (…). A unos (con la dolarización) se les hace más fácil pagar un mercado, pero otros están urgando en la basura para buscar qué comer”, evidencia Casique.

“Hay pasajeros que están aplicando el trueque (…), te dan un kilito de arroz y tú te cobras el pasaje y le das la diferencia”, relata Marcelo.