Sambódromo revolucionario

Opinión | febrero 18, 2021 | 6:20 am.

Muy emocionado se encontraba Nicolás por la llegada del carnaval. Esta festividad le iba a permitir, según sus cálculos, recuperar la confianza del pueblo en su gobierno. Para ello, importó, a escondidas de Bolsonaro, a uno de los mejores organizadores de las fiestas carnestolendas en Brasil, a quien le dio las instrucciones necesarias para transformar a Caracas en Río de Janeiro.

Al término de los preparativos, la avenida Urdaneta frente a Miraflores quedó convertida en un majestuoso sambódromo para el desfile de las carrozas. Todas ellas, serán representativas de la personalidad de los ministros de la revolución socialista del Siglo XXI.

El lunes de carnaval, se dio inicio al pomposo espectáculo. Bellas garotas animaban la entrada del “Rey Momoduro”, trajeado con un espectacular liquilique de color rojo con un frasco de Carvativir en cada mano, y la “Reina Momaflores”. En la carroza imperial, adornada con letras inmensas “No pasaran” se veían muy alegres a los camaradas de las FARC, Raúl Castro, Putin, Evo, Correa, Ortega y varios de los edecanes llevaban caretas que imitaban los rostros de Fidel, Gaddafi, Sadam, Bashar-al- Asad, Mao, Hitler, Stalin y Mussolini entre otros.

En su emoción, el rey acompañado por la Dimensión Latina, cantaba a todo gañote en clara e inconfundible identificación nacional “Yo nací / en la otra ribera / del Arauca vibrador” y de paso le solicitaba a los presentes “Paisas, canten conmigo”.

Una serie de explosiones anunciaron la entrada del ministro Tareck El Aissami. En su carroza destacaba una foto gigante de Álex Saab y las banderas amarillas del Hezbollah y los integrantes de la banda con sus caras tapadas con pasamontañas mostraban con orgullo sus AK-47 y sus chalecos cargados de explosivos. En su recorrido, llenaron la avenida de “Pasaportes diplomáticos” para uso de todos aquellos que defendieran a plomo limpio la revolución y se transformaran en “Patriotas cooperantes” al servicio del Comando Anti golpe.

El Ministro de la Defensa, ataviado como el General Patton, con par de revólveres Colt .45 nacarados con culatas de marfil en su cintura, hizo su impresionante entrada en un majestuoso carruaje tirado por un caballo blanco. De seguidas, los milicianos presentes comenzaron a corear Yankees Go Home. Al terminar su recorrido, quedó muy preocupado por qué pensaba que esos gritos eran contra el por haberse disfrazado como un general imperialista … .acto seguido despidió a su asesor de imagen que le había recomendado ese disfraz.

Un grito de admiración o susto se hizo sentir en el ambiente cuando hizo su entrada la comparsa de “Los Vampiros de la Justicia” conformada por los magistrados del TSJ. Al mover sus brazos al ritmo cadencioso de la samba parecían unos murciélagos de gran tamaño. ¿Qué vaina es esa? gritaron los espectadores, al ver al Fiscal General desfilando con un atuendo de «Drag Queen».

El Ministro de Educación, para recordarse de sus viejos tiempos y rendir homenaje a su lucha revolucionaria, se disfrazó de lo que durante muchos años representó en la ULA… ”Encapuchado con bombas molotov en sus manos”.

De pronto, un ruido de tambores retumbó en toda la avenida anunciando la comparsa de “Las Negritas” que con su canto entonaban la frase típica de los carnavales “A que no me conoces”… pero, todos los presentes no tuvieron que hacer esfuerzo alguno para identificar a Aristóbulo en su disfraz natural. Con el incendio del Ministerio de Educación todos en esa comparsa se veían negritos como el carbón.

La comparsa de los “Ferraris Rojos Rojitos” causó un gran impacto en todos los presentes. Sus conductores destacaban por lo ostentoso de los vehículos y los maletines full de billetes verdes. Los milicianos presentes, al verlos pasar les gritaban …….»no queremos caramelos ni papelillos…..tírennos dólares».

Con su pelo pintado y con una cartera llena de esposas apareció Iris Varela, disfrazada a lo Angie Dickinson la Mujer Policía, durante todo el recorrido, gritaba, con sus expresiones escatológicas… ”Donde esta Guiadó pa’ metelo preso”. Como veía que nadie le prestaba atención y que uno de los muchachos allí presente comento en voz alta… «Deja el teatro y vete para la Cota 905 a detener a El Coqui»… le ordenó a sus pranes que le cayeran a tiros al pobre muchacho.

Otro que se equivocó en su vestuario fue el Ministro del Interior y Justicia al salir disfrazado como Yasser Arafat creyendo que la sangrienta OLP que él dirige se refería a la Organización para la Liberación de Palestina.

La carroza de Los Pica piedras, presidida por Trucutu Ceballos con su Mazo, reanimó al publico… jajaja, ese tipo es igualito a un troglodita, era el comentario de todos.

Quizás el atuendo más económico que apareció en el desfile fue el de Bernal… una bolsa CLAP a la que le abrió varios huecos para sacar sus brazos y ponérsela como un traje… todos los milicianos le gritaban pichirre-pichirre saca los reales. Así son las bolsas que nos dan… pura pantalla.

Para cerrar, se emplearon todos los recursos tecnológicos de última generación. Las luces de la avenida fueron apagadas y cuando todo estaba en oscuridad total, sonó una música sacra e hizo su aparición una imagen holográfica tridimensional basada en el empleo de rayos láser con la figura del Difunto Eterno acompañado de un sequito de fantasmas representando a Anderson, Lara, Ron, Escarrá, Serra, Tascón, Otayza, Muller, Ponce, Russian, Vivas y José Vicente. Con lúgubre voz, los fantasmas coreaban… bbbuuuuuu-bbbuuuu… Chávez Vive.

Al ver aquella tétrica representación la avenida quedó desierta. Todos los presentes huyeron despavoridos.

Desesperado, Momoduro gritaba ¡ No se vayan que esto se pone bueno ! Y se puso a bailar… pero qué va, el público lo dejó solo con su salsa.