Qué nadie te la robe

Opinión | diciembre 29, 2020 | 6:18 am.

Sí, todos estos meses han sido muy difíciles; han sido meses de pandemia, de poca productividad, meses de cuarentena y de crisis. Sin embargo, no permitas que nada de eso te robe la felicidad.

La grave situación que vivimos en Venezuela no es para nada nueva. Llevamos más de 10 años en un proceso de agudización económica que ha ido – año tras año – en aumento, y es por ello que el venezolano se ha acostumbrado – lo cual no es necesariamente bueno – a vivir en medio de la estrechez y las limitaciones.

No obstante, esta realidad no le ha borrado, ni le borrará la felicidad del rostro a nuestra gente. Y aunque este diciembre ha sido el más complicado de todos, aún observo esperanzas en miles de hogares sumidos en la necesidad.

Pues, hay que decirlo, el venezolano nunca pierde las ilusiones y menos en estas fechas. Llega un año nuevo y con él se renuevan las esperanzas de una nación que se niega a sucumbir, que se rehúsa a ceder ante aquellos que la golpean incesantemente con sus errores y con sus mentiras.

Debemos sonreírle a la vida, y más cuando hemos superado meses de una pandemia que ha dejado un saldo trágico en muchísimos hogares del mundo. Debemos resaltar el hecho de haber superado este año sin contagiarse o – más asombroso aún – el haber contraído el virus y vencerlo, esto merece nuestra alegría y nuestro rostro feliz.

Además, la felicidad compartida es uno de los mejores regalos que podemos darle a las personas que nos rodean. Pues, si expresamos tristeza eso es lo que conseguiremos de los demás, y en cambio, si regalamos sonrisas, podremos decir que contribuimos en algo por el bien de todos.

En este Año Nuevo no importa lo duro que se presente, las dificultades que encontremos, las trabas que encontremos en el camino, debemos mostrar nuestra mejor cara para avanzar, para crecer y para ser felices. No podemos dejarnos derrotar por los problemas, debemos enfrentarlos y superarlos, esta es la ley del buen vivir.

Algo que la vida nos enseña es que la felicidad es una decisión propia, y los venezolanos deben decidir ser por siempre felices – ojo, esto no implica que seamos conformistas, no – los venezolanos deben luchar por un mañana mejor, sin que esta lucha elimine el sentido de la felicidad, este es el meollo del asunto.

Mi deseo en este 2021 es que los venezolanos tengamos un mañana mejor, que peleemos cívicamente por lo que es nuestro, que no nos dejemos dominar por el desánimo y la acumulación de problemas. Aspiro, que este nuevo año, los venezolanos encontremos una solución definitiva al origen de los problemas que nos agobian, que salgamos adelante con trabajo, con dedicación y entrega.

Solo trabajando y luchando podemos llegar a ser ese país que podemos ser y que debemos hacer a partir de la unión, el esfuerzo y la disciplina de todos nosotros como ciudadanos.

Qué este 2021 sea el año del renacer de Venezuela. ¡Amén!