APMO

Opinión | diciembre 15, 2020 | 6:18 am.

La Asociación de Propietarios de El Morro (Apmo) encierra en sí mismo varios significados para mí. Primero, fue el proyecto, la segunda casa y la labor incansable que realizó mi papá, Rubén Malaver, en aras de defender – lo más posible – el sueño de Daniel Camejo Octavio para Lechería.

Apmo – además – es la heredera del proyecto del Complejo Turístico El Morro, que fue (y para muchos sigue siendo) una concepción de desarrollo, de urbanismo y de progreso inédita en América Latina y una necesidad de rehabilitarlo y reivindicarlo en la actualidad.

La Asociación de Propietarios, igualmente, es una demostración de organización vecinal (el condominio de condominios), y plataforma de expresión y de participación de todos aquellos que poseen un bien dentro del Complejo. Es una iniciativa basada en el protagonismo del ciudadano.

Apmo es un ejemplo de organización y de lucha centrada en los ideales del bien común. Aunque su labor esencial es la protección de los intereses de los propietarios del Complejo, su accionar también gira en beneficio de todos los habitantes de Lechería.

Como propietaria del Complejo Turístico, como hija de un hombre que lo dio todo por la protección de los principios esbozados en la genialidad de Daniel Camejo Octavio, por ser una ciudadana del municipio Urbaneja, resalto la necesidad que Apmo siga siendo pilar en la representatividad vecinal.

Ojalá, existan en el resto de Lechería, asociaciones tan combativas como Apmo, y ojalá las autoridades locales comprendan de una vez que las instancias como ésta son de vital ayuda al crecimiento protagónico del ciudadano en la toma de decisiones.

Me hago eco – sincera y emotivamente – del lema de Apmo que dice «participar es la clave», pues es una verdad del tamaño de una Catedral, ya que en la medida que el ciudadano esté incorporado en las acciones en aras del beneficio común, más y mejores resultados se obtendrán.

Como promotora de los derechos ciudadanos y como defensora de la necesidad de gobiernos abiertos y para ello de la organización vecinal, pondero a Apmo como un extraordinario ejemplo de cómo reavivar el ánimo de acción entre los residentes de una comunidad.

Hoy, más que nunca, confío que los miembros de Apmo seguirán cumpliendo su deber como protectores del sueño del Complejo Turístico, seguirán haciendo todo lo posible para organizar a los propietarios de El Morro y continuarán reivindicando a hombres como Daniel Camejo Octavio y Rubén Malaver que lo dieron todo por Lechería.

También hago votos para que Apmo se fortalezca como expresión orgánica de la sociedad civil, a partir de la participación con miras a su consolidación y renovación de autoridades.

PD: Papá, aquí estoy tratando de seguir tus pasos, haciendo lo que tú harías, cumpliendo con honradez, ética y responsabilidad mi papel como ciudadana y como vecina; aquí estoy papá, tratando de seguir el camino que tú empezaste, siguiendo tus pasos y siempre recordándote. Daré lo mejor de mí para que tus sueños – por los cuales tanto luchaste – se hagan realidad, aquellos sueños de bien común y beneficios para todos en El Morro y en toda Lechería.

@malemalaver

Miembro de la Directiva Nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela