La consulta es el Cese de la Usurpación

Opinión | octubre 15, 2020 | 6:24 am.

Para el momento del envío de esta intervención al Foro FAVLCAR, no se había juramentado la Comisión para la Consulta Popular por parte del Presidente Encargado Juan Guaidó en la Asamblea Nacional. En ella quedaron designados dos importantes miembros de ANCO: el Ing. Enrique Colmenares Finol, Coordinador Nacional de ANCO y la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada Emérita del TSJ y miembro destacado del Directorio de ANCO. El trabajo recién comienza! Les deseamos mucho éxito en esta labor en pro de la libertad de Venezuela…

Intervención en el Foro “La Consulta Popular en el contexto de la crisis política venezolana”, el 13 de Octubre de 2020, en el Estado Bolívar

Buenas tardes,

Mi agradecimiento al Frente Amplio Venezuela Libre del Caroní por la invitación a este Foro, fundamentalmente con la gente del Estado Bolívar, e invitados de toda Venezuela. Mis saludos cordiales a los Sres. Genio Lobo y Carlos Velásquez, organizadores de este evento.

Hace unos cuantos años atrás los fundadores de ANCO recorríamos al país en el convencimiento claro de que había que convocar la Soberanía Popular para resolver el problema político de Venezuela. El planteamiento era la recolección de las firmas del 15% del electorado para la convocatoria de una nueva Asamblea Nacional Constituyente Originaria, con base en los Artículos 347 y 348 Constitucionales. ¿Se acuerdan? “Artículo 347. El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución. Artículo 348 La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrán tomarla el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; los Concejos Municipales en cabildo, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos; o el quince por ciento de los electores inscritos y electoras inscritas en el Registro Civil y Electoral.” (subrayado nuestro). En otras palabras, hablamos de la Sociedad Civil de Venezuela.

Queríamos una transformación en paz de lo que Chávez había destruido hasta ese momento – porque luego hubo mucha más destrucción – y detener el Estado comunista-socialista que se nos estaba metiendo por la garganta a los venezolanos sin ningún permiso dado al gobernante de turno. Para eso proponíamos la discusión en el marco de una Constituyente Originaria de un Proyecto de País basado en la desconcentración y descentralización del poder político, económico y social, con un planteamiento de fondo profundamente federalista, retomando las bases y razones olvidadas de nuestra fundación en 1811. Próximamente haremos un relanzamiento de ese Proyecto de País y esperamos poder discutirlo con ustedes en Guayana muy pronto. Bolívar sería un Estado modelo para ese Proyecto.

Maduro claramente tenía la iniciativa constitucionalmente, pero nosotros los venezolanos también. Ambos podíamos convocar un proceso constituyente, pero el pueblo debía en ambos casos decidirlo en un Referendo Consultivo, como en efecto hizo Hugo Chávez con el referendo constituyente de 1999. Pero Maduro se saltó ese pequeñísimo gran detalle. Creyó que el pueblo era él y convocó a una elección Constituyente sin la aprobación en Consulta Popular del Pueblo venezolano. De allí nació nuestra lucha por una Consulta Popular.

La idea de la convocatoria a la Soberanía Popular entonces no nació de ninguna manera porque algunos deseamos salir de Maduro o de Chávez en su oportunidad. No. Nació del afán de transformación del país y no regresar mas nunca a las prácticas políticas y las condiciones que hicieron posible la aparición de un adefesio llamado Hugo Chávez y su “revolución bolivariana” socialista. Para nosotros la Consulta Popular fue algo que surgió en el largo camino para llegar a esa transformación profunda del Estado y es un hito de un recorrido de mucho mayor trascendencia por el que todavía tendremos necesariamente que pasar. La Consulta es para nosotros el Cese de la Usurpación de Nicolás Maduro Moros, como bien lo ha repetido incansablemente la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada Emérita del TSJ. ¡Ese es nuestro planteamiento en una sola expresión!

Los bandazos que hemos dado los venezolanos en nuestro afán por salir de este régimen criminal de lesa humanidad han debido tener mejores resultados. No ha habido un orden ni concierto en la conducción y lo único, óigase bien, lo único que ha prevalecido aquí ha sido la persistencia – algunos ahora la llaman resiliencia – del pueblo venezolano por salir de esta tragedia, lo que nos ha valido el respeto y el acompañamiento de una Comunidad Internacional horrorizada y a la vez solidaria. Pero eso no es suficiente. Tenemos la obligación de hacer un esfuerzo adicional aunque suene bien duro.

El 16J-2017 demostró que la fuerza de los ciudadanos puede cambiar el curso de los acontecimientos políticos y puede movilizar fuerzas que hasta ahora han permanecido al margen. Lo que estamos proponiendo ahora como Sociedad Civil a los venezolanos es convocar el poder y la fuerza que solo reside en la voluntad del Soberano Pueblo de Venezuela para desplazar al régimen y hacer que se cumpla esa voluntad con el concurso y la ayuda de la Comunidad Internacional, que precisamente a partir del 16J-2017 comenzó a entender que es el pueblo venezolano el único capaz de decidir el destino de Venezuela. A eso se le llama internacionalmente el Principio de Autodeterminación de los Pueblos. Afortunadamente el Gobierno Encargado entendió finalmente que si no es buscando las maneras que el pueblo venezolano se exprese contundentemente al mundo, no podremos lograr el ansiado desplazamiento del régimen criminal de Nicolás Maduro Moros.

Desde el principio de su investidura como Presidente Encargado de la República, ANCO ha solicitado a Juan Guaidó la convocatoria de una Consulta Popular. Desde ese mismo momento a esta parte, cuando por fin nos reunimos con el Presidente Encargado en el marco de las consultas abiertas a la Sociedad Civil, le manifestamos una estrategia clara en relación a la convocatoria al Depositario de la Soberanía, que incluía no solo las preguntas de esa Consulta propuesta sino el cómo debía ser aplicado ese instrumento, a los fines de que este realmente fuera una solución efectiva al famoso Cese de la Usurpación, la constitución de un Gobierno de Transición con elecciones libres posteriores, y lo más importante que se respetara el mandato del pueblo venezolano.

Aquí no estábamos hablando que le propusimos unas simples preguntas para que se las hiciera al pueblo venezolano y ya, sino toda una ruta política e institucional que se debía seguir para lograr el cometido de desalojar, con la ayuda de la Comunidad Internacional, al régimen y restituir la democracia y la libertad en nuestro país.

En nuestra propuesta, el mandato del Pueblo venezolano tenía que ser respaldado ANTES de producirse la Consulta por quienes pueden hacer efectivo ese mandato del Pueblo utilizando la fuerza institucional, logrando previamente y como se debe los compromisos necesarios de la Comunidad Internacional. En otras palabras, si el Gobierno Encargado estaba de acuerdo con recorrer este camino, primero debía conseguir de todos los países que dicen reconocerlo el apoyo previo a un mandato que solo el Pueblo en ejercicio de su Soberanía puede dar, haciendo efectivo el Principio de Autodeterminación de los Pueblos. De allí que dijéramos siempre que Maduro debía ser presionado desde afuera por la fuerza de las naciones libres para permitir realizar ese proceso liberador. ¿Se dan cuenta que no estamos hablando solo de unas simples preguntas?

Dicho de otra manera, la Consulta no es una Consulta en sí misma para preguntarle algo a los venezolanos. ¡Va mas allá de eso! Es el mecanismo idóneo, pacífico, constitucional y electoral para que el pueblo ordene hacer efectivo el desalojo del régimen a través de un mandato inapelable de los venezolanos en todo el mundo. Es por eso que las preguntas planteadas por ANCO están atadas a ese recorrido, a lograr que la Comunidad Internacional nos ayude a que se haga efectivo el uso de la fuerza, si es necesario, pero con una clara autorización del pueblo venezolano.

En ANCO nunca nos hemos planteado una Consulta Popular como un instrumento más para confrontar al régimen, como se podría plantear con una marcha o una manifestación en la calle. No. Nos la planteamos como la solución final para terminar definitivamente con él, donde el Pueblo venezolano ejerciendo un mandato claro, le pone punto final, y sin alargar mas, al desastre donde nos han llevado, abriéndole camino a un nuevo amanecer democrático y de libertad, de la mano de todos los venezolanos como principales protagonistas. Lo pensamos en grande, poniendo a Venezuela de primero, más allá de las mezquindades y las apetencias políticas de cualquiera que quiera utilizar este esfuerzo de todos para aparecer en una foto como protagonista. Aquí no hay más protagonista que el Pueblo de Venezuela.

No pueden existir posturas personalistas de nadie y rechazamos las que han aparecido. Si le planteamos preguntas electoralistas al pueblo venezolano, la Consulta Popular se convertirá en más de lo mismo y será rechazada por las grandes mayorías, y desperdiciaremos en ese caso la única bala de plata que tenemos para matar al demonio. Para hacer eso mejor no hagamos nada porque sería un engaño más a los ciudadanos. Por el contrario si les planteamos a los venezolanos preguntas determinantes para decidir el fin de un régimen y de un sistema de ha sido un cáncer para la humanidad, el resto vendrá por añadidura y nadie se atreverá a darnos la espalda afuera. El fin del régimen nos pondrá en el camino para terminar de hacer lo necesario para cambiar lo que haya que cambiar institucionalmente en Venezuela para darle un futuro a las nuevas generaciones…

Muchísimas gracias…

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