Sobreviviente de embarcación en Güiria es vendida como prostituta en Trinidad: Cinco 8

Nacionales | mayo 13, 2020 | 12:28 pm | .

Yosqueli fue una de las sobrevivientes tras el hundimiento de la embarcación Jonaily José, en Boca Dragón. le habían ofrecido 2 mil dólares para que trabajara en Trinidad y Tobago, sin saber que estaría expuesta a una red de tráfico de personas, relató un reportaje de Cinco 8.

A Yosqueili, de 16 años, y a su prima, les prometieron que en el sitio donde irían habría «mucha comida», nacida en un barrio de Güiria, estado Sucre, eso era más de lo que había tenido en su vida, plagada de carencias y pobreza. La noche del 23 de abril de 2019, subió a un bote con otras 37 personas y allí se enteró de su destino real: un burdel en la isla de Trinidad.

El exceso de peso, las fallas en el bote y la poca pericia del capitán hicieron que la embarcación se hundiera, Yosqueili sobrevivió tras haber estado 2 días naufragando en altamar, aferrada a una pimpina de gasolina. Al regresar, su mamá denunció ante el MP a las personas de la red de prostitución que la llevarían a Trinidad. 13 fueron los detenidos en ese caso, entre ellos 2 GNB, su captor y su novia.

Desde entonces, Yosqueli se involucró en el proceso judicial hasta 2020. 2 semanas después de que comenzara la cuarentena por Covid-19, un grupo de personas ingresó en la humilde vivienda de Keyla; tenían palos y cuchillos, golpearon a ella y a su madre.

«Le decían a ella vente con nosotros y no joderemos más a tu mamá. Salí corriendo a buscar a la policía para que me ayudara, pero no me hicieron caso. Me regresé a la casa y se habían llevado a mi hija, ya no estaba. No hubo autoridad que atendiera la denuncia», dice su madre.

Días después, unos conocidos le dijeron que la muchacha estaba en Trinidad. “Se la llevaron unas personas que trabajan con la gente que ella acusó”, aseguró la madre.

En la última semana de abril, Yosqueili pudo comunicarse por teléfono unos minutos, con el teléfono de otra joven que estaba con ella:

—Mamá, estoy en Trinidad, me vendieron por más de trescientos dólares.

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