Petroleras rusas defienden recorte de producción que antes rechazaban

El Mundo | abril 14, 2020 | 1:58 pm | .

Moscú, 14 abr (EFE).- Las grandes petroleras estatales rusas defendieron hoy el acuerdo de recorte de la producción, a pesar de que supone una derrota de la estrategia de Rusia en el mercado del crudo, ya que tendrá que reducir 2,5 millones de barriles diarios (mbd) en mayo y junio, algo impensable hace solo unas semanas.

«El acuerdo era imprescindible. En condiciones de una fuerte caída de la demanda, como la que observamos, la única estrategia eficaz es una disminución consensuada y controlada de la producción mundial», admitió el presidente de la petrolera Gazprom Neft, Alexandr Diukov, en una entrevista publicada hoy en el diario «Kommersant».

El nuevo acuerdo de la alianza OPEP+, al que se sumaron Estado Unidos y otros productores, prevé un recorte de la oferta de crudo de 9,7 mbd para estabilizar su precio ante el desplome de la demanda causado, principalmente, por la pandemia de la COVID-19.

El rechazo de Rusia y el estallido de la guerra

Esa no fue, sin embargo, la postura de Rusia a comienzos de marzo en la reunión de la OPEP+ en Viena, donde su ministro de Energía, Alexander Novak, rechazó un nuevo acuerdo de recorte de producción de 1,5 mbd, según el cual las petroleras rusas debían reducir su producción en 600.000 barriles.

La respuesta de Arabia Saudí, país promotor de ese nuevo recorte, fue instantánea: anunció el aumento de su producción y desató una guerra de precios, que en solo un mes ha obligado a Rusia a modificar su planteamiento.

Novak aseguró que el nuevo acuerdo de la OPEP+ ha sido respaldado por todas las petroleras del país, mientras el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, destacó que este consenso «ha permitido impedir que el mercado del crudo caiga en una estado de caos».

¿Una paz humillante?

El presidente de Lukoil, la mayor petrolera privada del país, Leonid Fedún, calificó de «humillante y duro», aunque necesario el nuevo acuerdo de recorte de producción, que comparó con la Paz de Brest de 1918, el tratado oneroso que firmaron los bolcheviques con Alemania en la Primera Guerra Mundial.

«Ya no importa quién y cómo provocó esta crisis petrolera. Lo importante es otra cosa: un grupo de países del ‘tercer mundo’ ha puesto al Gobierno de Rusia prácticamente de rodillas, amenazando con arruinar la economía del país sin ninguna guerra ni conflicto regional», escribió hoy en su blog el exdiputado opositor Guennadi Gudkov.

En su opinión, la OPEP le mostró claramente al presidente ruso, Vladímir Putin, «su verdadero lugar en el mundo», e hizo añicos el mito de Rusia como superpotencia energética.

Gudkov indicó que la firma del «acuerdo leonino» con la OPEP ha coincidido con el fin de los «juegos geopolíticos en Venezuela», en alusión a la venta por Rosneft, el gigante petrolero ruso, de todos sus activos en ese país latinoamericano.

El arquitecto de la estrategia fallida

Precisamente al presidente de Rosneft, Ígor Sechin, uno de los hombres más próximos a Putin, se atribuye el diseño de la estrategia que llevó a Rusia a rechazar hace poco más de un mes en Viena el recorte de producción propuesto por los saudíes.

«Los argumentos de Sechin eran que había que golpear en el momento justo; antes de fin de año se arruinarían la compañías estadounidenses extractoras de petróleo de esquisto y Arabia Saudí la reservas de divisas le alcanzarían como mucho para 2 años y medio» dijo a Efe Mijaíl Krutijin, socio de la consultora RusEnergy.

Según el plan de Sechin, agregó el experto, en esa situación Rusia aumentaría la producción de crudo y esperaría la desaparición de los competidores para tener un lugar privilegiado en el mercado mundial.

Un error de cálculo

«Fue una infravaloración del potencial de los competidores, de los estadounidenses y saudíes, y una sobrevaloración del potencial ruso de extracción de crudo», señaló el experto, que calificó el nuevo acuerdo de recorte de producción de «derrota vergonzosa».

También explicó que en términos porcentuales, en comparación con el primer trimestre, Arabia Saudí debe reducir su producción un 14 %, mientras que Rusia, lo hace un 25 %.

De acuerdo con el experto, esta diferencia es una reparación a los saudíes por las falsas acusaciones de Rusia de que ellos fueron los culpables del fracaso de la reunión de marzo en Viena.

«Ni los doctores en Economía ni el propio Ígor Sechin están en condiciones de explicar el sentido estratégico de un conflicto con los saudíes en un momento de gran conmoción en el mercado y la posterior y rápida capitulación de Rusia», comentó por su parte el periódico «Nóvaya Gazeta».