El silencio de Dios

Opinión | abril 11, 2020 | 6:20 am.

“He visto a Dios” dice Karin luego de uno de sus episodios de esquizofrenia. Lo describe como una araña de mirada fría que intentó abusar de ella. De esta manera Ingmar Bergman (1918 – 2007) presenta una imagen terrible de Dios en Through a Glass Darkly (1961), ya no en silencio como suele mostrarlo en otras películas, sino ahora como un ser despreciable. Desde ese momento Karin, su esposo (Martin), su padre (David) y su hermano menor (Minus) adivinan que la enfermedad le ha ganado a la joven mujer, desvaneciendo cualquier esperanza de recuperación. Ella lo sabe, y les pide que la internen en un Hospital psiquiátrico, donde terminará de ceder ante la enfermedad.


La realidad golpea a esa familia. El esposo lo asume con dolor y el compromiso de seguir a su lado. El padre con resignación, mientras el hermano menor, de apenas 17 años, se da cuenta que está empezando a “ver la realidad”, la cual trae consigo el fin de la inocencia. Durante toda la película Minus insiste en la imposibilidad de conversar con su padre, una metáfora del silencio de Dios. Sólo al final, con Karin ya entregada a su enfermedad, y frente a una ventana que da al mar, el padre le explica al hijo que Dios se encuentra a través del amor, y que de hecho el amor es en sí mismo Dios. Así, Bergman humaniza a Dios. Lo deja en manos de cada persona a través del Amor, y también así explica su silencio.

Algo que parece constante en las películas de Bergman, además del silencio de Dios, es la dualidad entre vida y muerte. En The seventh seal (1957) la Muerte es protagonista. En tiempos de la Peste Negra está presente en cada rincón, y ha venido a buscar a Antonious Block, un caballero que está regresando a su tierra natal. Block logra postergar la muerte invitándola astutamente a jugar una partida de ajedrez, y de esta manera alarga el momento inevitable en que la muerte lo alcance. Lo más interesante del deseo de prolongar la muerte por parte de Block no es su temor a ella, sino su necesidad de saber que Dios existe (“Por ello, yo quiero saber. No deseo creer. Ni suponer, sino saber…”).

En el camino a su hogar, un bufón, su esposa e hijo se suman a Block y su escudero. También una mujer que fue rescatada de ser violada por el mismo teólogo que diez años antes convenció a Block de ir a las cruzadas. Mas adelante el compañero actor del bufón, que también los acompaña, enamora a una mujer y se suman a la caravana. Así, sin buscarlo, Block se encuentra conduciéndolos a todos a su castillo, y a la muerte. El momento de la jugada final en la partida de ajedrez llega. Es inevitable que así fuera y Block ya está listo, pero al final en un acto de compasión logra distraer a la muerte para que el bufón, su esposa y su hijo, huyan de la Danza de la Muerte.

Bergman insiste así en la posibilidad de la redención, el tema central de Wild Strawberries (1957), donde presenta la historia de un eminente Profesor que hace un viaje a su tierra natal para recibir un Doctorado honorífico. En el camino, el Profesor Isak Borg es acompañado por su nuera, y tres jóvenes desconocidos que encuentran en el camino. En esta cinta Bergman menciona el silencio de Dios de manera superficial, a través de un diálogo un tanto infantil entre los jóvenes que acompañan a Borg. Su tema central es la soledad como castigo. El Profesor Borg a pesar de ser amable, es frío, le resalta su nuera. Esa frialdad lo fue alejando de los demás, dejando heridas abiertas y haciendo que “fracasara”.

Al final de nuevo Bergman deja una puerta abierta. El Profesor Borg encuentra la redención en sus recuerdos infantiles, rodeado de su numerosa familia. Pero también encuentra esa redención en su nuera que le dice que es una buena persona. En los tres jóvenes que se despiden con una serenata y su vitalidad. También en su ama de llaves, con quien lleva 40 años compartiendo entre regaños y sarcasmos. A pesar de sus fracasos personales, el Profesor Borg encuentra la paz justamente en el Amor, el mismo que le permitió a Block salvar al bufón y su familia de la muerte, y el mismo que el padre le presenta a su hijo como la única forma de aferrarse a algo en una vida llena de contradicciones y dolores.

Twitter: @lombardidiego