El tinglado electoral

Opinión | marzo 4, 2020 | 6:16 am.

Venceréis, pero no convenceréisMiguel de Unamuno y Jugo (1864 – 1936) Filósofo y escritor español

Hay un sector de la clase política la cual no termina de entender que es bien difícil intentar engañar al pueblo. Tonto el que cree que los demás son tontos. Lo decimos porque utilizan el argumento, indiscutible de que, la solución a la actual crisis que vive el país es electoral. Una verdad potente como ardid para intentar encallejonar al país en otra farsa tipo 20M2018, la cual dio como resultado la usurpación del poder por parte de Maduro. No todo lo que brilla es oro.


El otro argumento es que las elecciones que pauta la Constitución es la de legislativas en diciembre de este año. Eso es cierto, pero también es verdad, que obvian deliberadamente, que las elecciones presidenciales de diciembre del 2018 fueron burladas, con la farsa que montaron el 20M2018, con el mismo sector colaboracionistas llamado de oposición, que les sirvió de cómplices para que se produjera la peor engañifa electoral de la historia y permitiera la usurpación de poder por parte de la camarilla roja rojita. El que tiene ojos ve.

El régimen usurpador es público, notorio y comunicacional ha venido metiendo en el redil a un sector del liderazgo nacional presentándolo como la “oposición democrática” dispuesta al dialogo, a la solución pacífica y electoral del proceso nauseabundo, hambreador y destructor que adelantan desde hace 21 años. El pueblo que sabe más que corocoro frito, conoce los mecanismos crematísticos que utilizan para redondear una “oposición” a la medida y que les garantice, sin chistar, la continuidad de la usurpación. Es una jugada cantada.

La crisis avanza a pasos agigantados. El régimen usurpador que la creo no es la solución, es el problema y, por lo tanto, hay que superarlo, derrotarlo y sustituirlo para poder detener la caída e iniciar la recuperación del país. Ellos se empeñan en imponer dispositivos que les permitan llamar a elecciones, para que la gente vote, pero no elija. Que el pueblo participe y su opinión no se refleje en los resultados. Es una perversión dictatorial inaceptable. El voto es el arma de los demócratas y estamos obligados a defender su efectividad. No somos ni seremos tontos útiles. Otro 20M2018 no podemos aceptarlo. No más engaños.

El régimen usurpador, con un sector del liderazgo, que se hace llamar de oposición, pero que todo el mundo sabe que atiende a intereses crematísticos, avanza a espaldas del pueblo, para imponer un CNE que le garantice la legitimidad del usurpador, le permita disfrutar de una mayoría holgada en la AN y le entregue algunas migajas en la representación popular a los colaboracionistas. Todo un tinglado bien montado, pero que en su ejecución puede resultar un bumerán. Juegan con candela.

El pueblo que no es tonto los observa y calla. Los ejecutores del plan los ignoran y actúan como si estuviesen solos en este mundo. La camarilla del régimen usurpador se frota las manos, seguros de que cometen el crimen perfecto contra la voluntad popular y en el pueblo, hay seguridad: esa perversa jugada, de concretarse, profundizará la crisis de gobernabilidad y quedará demostrado que vencerán, pero no convencerán. Prolongan su agonía. Escríbanlo.

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