¿Quién es Rolando Guevara?

Opinión | febrero 13, 2020 | 6:18 am.

Cuando alegaron que lo capturaron huyendo, sus captores, juzgadores y verdugos, estos últimos encumbrados políticamente, quedaron enredados en circunstancias absurdas al insinuar que se fue a menos como policía, no tanto por el homicidio que le endosaban, sino por ubicarlo en el burdo escenario de una supuesta fuga desdiciendo de su formación y destreza profesional, sin duda, garantías de éxito si hubiese elegido esa opción.


“Trabajé muchos casos emblemáticos, pero vinculados a la política o a este Gobierno ninguno. En el 1992, cuando la intentona de golpe de Estado, sí tuve actuaciones que quedaron impresas en registros fotográficos en los medios de comunicación, donde se aprecian momentos en que yo, Rolando Guevara, trasladaba a parte del personal militar perteneciente al regimiento de paracaidistas en la Av. Sucre de Catia, quienes fueron sometidos y trasladados al Fuerte Tiuna, conjuntamente entre CTPJ y Policía Metropolitana”.

Esas “actuaciones”, aludidas en el párrafo anterior, inserto en el libro “Verdades del Caso Anderson”, escrito por Migdalia Marisela Caraballo Anderson y Juan José Meléndez Anderson, y editado por el periodista Carlos Herrera, quien “lleva la revolución por dentro”, han sido utilizadas para hacer ver a Rolando Jesús Guevara Pérez como un “terrorista enemigo de la revolución”. Cuando lo dijo Maduro, el ex comisario le respondió desde su celda en “el pasillo de la muerte”:

“Sí soy terrorista, pero con el hampa”.

La imagen de “terrorista”, con la cual circunscribían su presunta actuación criminal en un plano político ocupó la atención de dos Presidentes de la República, que, bajo un mismo sesgo ideológico, la habrían forjado y machacado por su defensa de la democracia en febrero de 1992. Desde entonces Rolando estuvo en la mira de golpistas que descargaron su rencor contra él casi 13 años después.

Esa imagen, de hombres que son de temer, no encaja en el escenario de la fuga fracasada. Capturado, cual desvalido, por simples guardias nacionales a orilla de carretera. Sugiere subterfugios para desvirtuar los elementos demostrativos de su desaparición forzada y las torturas que sufrió a manos de excompañeros de trabajo, de los cuales algunos decían ser sus amigos, y, los más grave, para justificar su injusta prisión.

Esa perversidad, con base en un claro resentimiento, explicaría atropellos tales como:

“…que Rolando Jesús Guevara Pérez habría estado más de un mes enfermo sin que los médicos especialistas de la Disip pudieran establecer de qué enfermedad se trataba… luego de exámenes médicos – costeados por su cónyuge – se habría determinado que se trataba de una mononucleosis derivada del ambiente viral en el cual había vivido desde el inicio de su detención” (CIDH, Informe No. 69/15, Petición 264-05. Admisibilidad. Juan Bautista Guevara Pérez y otros. Venezuela.28 de octubre de 2015).

“Rolando es una persona de una gran calidad humana, siempre dispuesto a ser solidario con propios y extraños. Buen hijo, esposo y padre y como profesional de excepcional vocación. Siempre piensa en como resolver los problemas de los demás; emprendedor aun bajo prisión. Es de principios firmes”.

Así caracterizó a su esposo la Dra. Jackeline Sandoval, respondiendo a la pregunta: ¿Quién es Rolando Guevara?, pasando a referir lo que calificó de pesadilla.

“Como he señalado, era Fiscal del Ministerio Público cuando esta pesadilla se inició. Conocía el proceso y a lo que nos exponíamos y al tiempo que podría pasar, pero también en mi convicción que eran inocentes y no sólo por conocer las actas procesales sino porque Rolando ese día y a la hora que suceden los hechos estaba con nosotros en la casa. Los primeros días eran de angustia porque los secuestraron y desaparecieron y a los tres días aparecieron Rolando y Otoniel con muestras de torturas, sin saber la causa de la detención, eso lo conocimos cuando los abogados se impusieron de su causa.

Fueron realmente días agitados. No queríamos decirle nada a los niños para no angustiarlos. Les dijimos que su papá salió de viaje y en el conocimiento que Rolando es inocente estaba convencida que tenia que salir en libertad. No fue en la presentación inicial y quedé convencida que sería cuando el Ministerio Público presentara su opinión fiscal que no podía ser acusación porque no tenían elementos. Lo que no sabia era que los inventarían y utilizarían testigos falsos.”

Pero ocurrió. La agitación se tornó en zozobra, sentida con mayor severidad por la afección que causó en uno de sus hijos la prolongada ausencia del padre de familia, acentuada atrozmente.

“Mi hijo mayor de apenas 7 años resintió la ausencia de su papa, y empezó a dar muestras psicosomáticas, lo que empezó a afectar mas nuestras vidas. Yo andaba del médico al tribunal y viceversa, por lo cual decidí decirle que su papá estaba preso y pudiera constatar que estaba vivo y que no nos había abandonado. Ese día de visita fue de lágrimas y consolaciones.

Con el menor fue un año para decírselo. Él estaba más pequeño y yo creía no iba a entender y le comprábamos un regalo todas las semanas diciendo que su papá se los enviaba y los recogíamos en el cartero y por eso salíamos todos los domingos. El reclamaba que por qué no podía ir al cartero también y le decíamos que el cartero era muy bravo y no le gustaban los niños pequeños.

Así transcurrió el primer año. Cuando lo condenaron decidimos que era hora que pudiera ver a su papá así fuera por un día a la semana. Ya no sabíamos cuánto tiempo más iba a pasar. Ya estábamos en cuenta que no era una lucha en condiciones de igualdad. Estábamos enfrentados a un gobierno capaz de matar, de apresar inocentes, de violar derechos.”

Luchar por la libertad de su esposo, acompañarlo en este cruel trance, trajo consigo peligros, igualmente oportunidades para ayudar a otras familias en situaciones similares.

Incluso, a mí también, por mis constantes declaraciones y denuncias en los medios de comunicación, fui denunciada por una persona temida dentro de los medios policiales de inteligencia como es Pedro Martín. Mi causa fue sobreseída.

Mi actividad en la defensa de los Derechos Humanos se inició en las visitas a Rolando en la cárcel de Yare. En la cola antes de entrar y después dentro del penal me preguntaban qué podían hacer, cómo los podía asesorar para salir de ese infierno llamado prisión o sencillamente no entendían cómo manejarse dentro de un proceso penal. Y pasaba mi primera hora de visita conversando con los otros presos y sus familiares, diciéndoles qué hacer y a dónde debían ir, cómo podían resolver cualquier irregularidad o denuncia, qué podían hacer.

Y en muchos casos entendí, ahora desde la óptica de víctima y de defensa privada, que buena parte de las debilidades del proceso se debían al irrespeto al debido proceso. Así nace Fundepro, Fundación para el Debido Proceso, su principal objetivo asesorar y acompañar a las victimas de violaciones de Derechos Humanos”.

La cotidiana defensa de su esposo y otros presos políticos hizo de la Doctora Jackeline Sandoval una referencia en materia de promoción y defensa de los Derechos Humanos en Venezuela.

“Debido a mis continuas apariciones en los medios de comunicación la gente me reconoce en la calle y me para y me saluda y comentan sobre el caso y la realidad del país. Unos me dicen la defensora de los presos políticos y agradecen mi labor. Otros me llaman la esposa de Los Guevara, porque no recuerdan de quién soy realmente esposa y por ser el rostro visible del caso”.