Explotó el dólar

Opinión | enero 6, 2020 | 6:25 am.

En noviembre y diciembre del año recién concluido muchos estaban encandilados por la burbuja formada entorno a los bodegones que, en medio de la hiperinflación y la dolarización informal, han proliferado en Venezuela. Se decía que era el inicio de la recuperación de la economía y que lo peor había quedado atrás porque se veía más actividad económica. Tal vez confundían el reciclaje de unos dólares para traer productos importados, libres de impuestos, del gran proveedor que es el mayorista de los Estados Unidos, Costco, con nueva producción y empleos.

El espejismo duró poco.

Con la apertura del mercado cambiario el 2 de enero de 2020, estalló la burbuja y el día 3 el precio del dólar sobrepasó los Bs 73.000, significando una depreciación de más de 25% en apenas dos días.

Pero este día se puso conocer un dato altamente preocupante: las reservas internacionales en manos del BCV cayeron a fin de año en más US$ 600 millones sin que se conozca la causa aunque sí su efecto. Y este es el hecho que Venezuela ha agotado su acervo de moneda extranjera en un contexto en el cual el crédito externo está totalmente cerrado y luce difícil que China pueda poner plata para auxiliar a un régimen en bancarrota. Una hipótesis de esa declinación tan aguda de las reservas del BCV es que ha aumentado la importación de gasolina para ser regalada y que parte del financiamiento de las importaciones de los bodegones proviene de las menguadas arcas del BCV.

El hecho cierto es que si el BCV quisiera tratar de estabilizar el tipo de cambio no tendría con qué hacerlo, porque no tiene reservas internacionales para calmar una demanda insaciable de un público que repudia al bolívar y cada vez que esta moneda cae un sus manos la trata de cambiar a dólares o por bienes. A ello se ha agregado el nuevo invento: el pago de los bonos con petro, que al final terminan convirtiéndose en bolívares circulantes y de allí pasan a perseguir a los escasos dólares.

Ello quiere decir que en estas circunstancias mientras más bolívares inyecten el BCV y el Fisco a la economía, mayor será la depreciación del bolívar frente al dólar.

Esto es inevitable por la confluencia de tres factores. El primero, la escasez de dólares tanto del BCV como de origen privado. El segundo por la exacerbación de la demanda de dólares asociada al tercer factor: la ausencia de confianza en la política económica.

Así las cosas, lo que habría que esperar es un alza de precios concomitante con la devaluación de la moneda quedando como incógnita solament, la magnitud de esos aumentos de precios.

Entretanto, el salario se volvió sal y agua y actualmente los trabajadores activos y jubilados y pensionados en Venezuela están devengando como salario mínimo los vergonzantes US$ 2,05.