Gracias, socialistas del siglo XXI, por los favores recibidos

Opinión | diciembre 28, 2019 | 6:28 am.

Un viejo dirigente comunista, ferviente admirador de Fidel, del Che, del Comandante Eterno y de su robusto delfín me comenta que los lava pocetas, apátridas, pelucones, gusanos continentales, son unos ingratos con este socialismo que tantos beneficios ha deparado a los súbditos bolivarianos. Afirma lo siguiente:


• La falta de agua. Aduce que bañarse diariamente como acostumbran los venezolanos no es bueno para la piel porque elimina la grasa natural. En Europa la gente se ducha una o dos veces a la semana y conserva la piel lozana.

• Comer poco también es conveniente para la salud. Reduce la obesidad y todos los males asociados.

• La salida de los venezolanos a otros países es muy conveniente para la imagen del país. Se deja bien sentado el profesionalismo y la buena formación académica de nuestros egresados universitarios. Además posibilita que nuestros jóvenes vean mundo y sean menos endógenos; si se cuelan unos malandros mejor todavía ya que realizan sus fechorías en otras latitudes, sin necesidad de que la PN, el BAES o la GNB los exterminen.

• Comer de los vertederos de basura está muy en línea con la economía circular, la cocina de aprovechamiento y la preservación del ambiente. Además se combinan proteínas con calorías como cuando son restos de hamburguesa o de pollo con papas fritas.

• La falta de luz genera mayor intimidad para las parejas que pueden cenar a la luz de las celas; evita igualmente que los niños y jóvenes vean tanta violencia en las series capitalistas de TV y que no se vean expuestos a las muy malignas redes sociales.

• Lo que más admira es la felicidad de la pareja presidencial, tan acaramelados, lo bien que bailan y la admiración de la Primaria Combatienta por las ocurrencias de su ahora legal esposo. Y lo bien que sabe escoger los tintes para el cabello. Debería ser imagen de Miss Clairol, recuerdan a Juan Domingo y Evita, a la pareja nica y a los K, tan queridos por el Comandante.

¡De malagradecidos está llena la oposición!